Ampliación de tejidos
En 1957 el cirujano americano Neumann colocó un balonmano de silicona bajo la superficie de la persona. El baloncito se hinchaba exteriormente con un tubo, y tras unas semanas de hinchazón, consiguió una superficie suficiente para curar el oído dañado. Si se tira de la piel, al final se alarga.
Los expertos llaman a este fenómeno "la expansión de los tejidos", pero en los pueblos primitivos se han aprovechado durante siglos de este fenómeno. En África, por ejemplo, en algunas tribus el labio inferior crecen espectacularmente con piezas cada vez más grandes. A algunas mujeres el cuello se estira desfiguradamente con aros de latón. En nuestra propia civilización, hemos conocido casos en los que se ha extendido el manto de orejas con demasiada puntera.
Sin embargo, la técnica de Neumann quedó descartada a mediados de la década de los 60, hasta que recientemente el doctor americano Radovan ha cogido el hilo y lo ha puesto de moda.
A finales de 1980 se celebraron las segundas jornadas internacionales de divulgación textil, en las que participaron 250 expertos de 21 estados.
La dilatación tisular es una técnica muy adecuada para su uso en caso de deterioro de la piel por accidentes o tumores. De esta forma se han obtenido excelentes resultados en la formación del pecho. Además, no se necesitan vacunas y la piel es igual de color y estructura en el lugar y entorno reparado. Esta técnica está a punto de ser utilizada para la formación de uréter y vagina.
El tratamiento parece bastante largo, pero las expectativas de lo que será más corto están en el hospital Conception de Marsella, donde se está investigando una microponpa especial.
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