El nivel de agua del río Paraná, el segundo mayor de Sudamérica, depende de la actividad solar, según un grupo de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto Nacional de Tecnología Agraria. El registro del caudal del río Paraná data de 1904 y han podido comprobar que la variación del caudal está asociada a manchas solares que se multiplican y disminuyen cíclicamente en el Sol.
Cuando aumenta el número de manchas solares (aumenta y baja en un ciclo de unos once años), también aumenta la radiación solar. Este grupo de investigadores ha explicado que durante estas crecidas de radiación la temperatura aumenta en las zonas tropicales, con el consiguiente aumento de la lluvia y el aumento del caudal del Paraná.