El Gobierno ha recibido casi 250 propuestas de investigación. El estudio de estas propuestas ha sido encargado al Argonne National Laboratory, en Illinois.
El físico de Argonne, Don Rote, asegura que este año se gastará el doble de lo gastado el año pasado en la investigación de la levitación.
En el año 1.192 el Gobierno deberá tomar una decisión. Según el Sr. Rote hay tres posibles vías. El primero, dejaría las cosas en su existencia y, por tanto, alimentaría el mercado la tecnología alemana y japonesa. La segunda opción es colaborar con alemanes y japoneses. El último es desarrollar una investigación propia. Si se parte de este último camino, el coste de la obtención de un prototipo sería del orden de un billón de dólares.
Un programa de investigación consta de dos partes. El primero se refiere a la levitación, guía y control del tren. La segunda se refiere a la afección al medio ambiente y a la posible afección del campo magnético sobre el ser humano.
La aplicación del tren de levitación en los EEUU está suficientemente clara. Ciudades a menos de mil kilómetros se unen en avión en la actualidad. Teniendo en cuenta que la velocidad de estos trenes especiales es de 500 km/h, puede sustituir a los aviones, evitando así la obstrucción que sufren los aeropuertos actuales.