El terrible virus Ébola asesinó a unas 250 personas el año pasado en Zaire, pero en Atenas a. C. Puede ser la misma que en el siglo V mató a más de 300.000.
El epidemiólogo norteamericano Patrick Olson y sus compañeros han percibido en muchos puntos dos plagas: desaparición inmediata de la infección, fiebre hemorrágica, úlceras intestinales, hipo persistente, muerte prematura del paciente (una semana después de la aparición), etc.
Por si fuera poco, las especies de monos consideradas como portadoras de la enfermedad están representadas en frescos cerca de Atenas.