La inversión magnética de hace 42.000 años tuvo efectos significativos sobre el medio ambiente

Etxebeste Aduriz, Egoitz

Elhuyar Zientzia

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Estas imágenes de la cueva de El Castillo se realizaron hace unos 42.000 años. Se ha sugerido que el ocre rojo utilizado para dibujar las manos se utilizaba para protegerse del sol.

Se extrae de un tronco de árbol descubierto en un lago neozelandés. Se trata de un tronco de 60 toneladas de Agathis australis, un abrigo que vivió en aquella época y que se ha conservado en la laguna, y cuyos anillos alcanzan un plazo de 1.700 años. Los investigadores han analizado cómo cambia el carbono 14 a lo largo de estos anillos. Y han observado que, mientras se estaba produciendo una inversión magnética, cuando la fuerza del campo magnético estaba al mínimo, los niveles de carbono 14 en la atmósfera aumentaron considerablemente. Y concluyen que esto supondría importantes cambios en la concentración de ozono en la atmósfera y en el clima.

Es más, los investigadores han sugerido que esto puede influir en otros sucesos que ocurrieron en aquella época, como la desaparición de grandes mamíferos en Australia, la decadencia de los neandertales en Europa, o la aparición de pinturas en cuevas europeas y asiáticas.

Sin embargo, en la noticia publicada por la revista Science, otros investigadores han denunciado que es demasiado exagerado sacar este tipo de conclusiones y han recordado que en otras investigaciones, como los estudios realizados en los hielos polares, han concluido que no hubo cambios significativos en el clima.