Las plumas del dinosaurio Beipiaosaurus tenían la misma función que en muchas aves: destacarse para atraer a su pareja o ahuyentar a sus enemigos. Así lo han deducido los investigadores del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de los Vertebrados de China, tras analizar el último fósil de esta especie.
Hace unos años aparecieron fósiles de dinosaurios plumosos, sobre todo en China, donde también encontraron el primer fósil del Beipiaosaurus en 1999. Los paleontólogos desconocían la función de las plumas, pero creían que podían servir como aislantes térmicos.
Ahora, sin embargo, han encontrado otro fósil del Beipiaosaurus que ha podido estudiarlo mejor. Así, se dan cuenta de que, además de las pequeñas y lisas plumas, tenía otras plumas, muy diferentes, largas y duras. En la cabeza, esas plumas tenían en el cuello y en la cola; de hecho, las aves actuales también tienen ese plumaje que tiene la función de destacar o mostrarse. Por ello, han concluido que en los dinosaurios podían tener la misma función.