Siempre hemos pensado que para obtener el diamante se necesitan altas presiones y calor. El físico argentino Manuel Nuñez Regueiro ha demostrado que esta ocurrencia no es cierta. Esto indica que el aumento de presión es suficiente para obtener el diamante.
El investigador que trabaja en Grenobble analiza la influencia de las moléculas en forma de "balón de fútbol". Comprimió la cantidad de 1 mm3 de la sustancia "Carbono 60" hasta 150.000 atmósferas para conocer sus propiedades eléctricas, es decir, su conductividad, su semiconductividad o su superconductividad.
Tras varios intentos fallidos, retiró el recubrimiento de la máquina de presión y descubrió que la pastilla estaba transparente y brillante. Inmediatamente cogió la pastilla y la llevó a un laboratorio de cristalografía para su estudio. El resultado sorprendió a todos, el diamante.
Esta ha sido la primera vez que el diamante se ha fabricado artificialmente y a temperatura ambiental. Hasta ahora, con la compresión a la atmósfera de 50.000–60.000, se necesitaban 1.250-1.500 ºC para obtener el diamante. A partir de ahora, con esta nueva técnica, la obtención de diamantes para procesos industriales será mucho más fácil y económica.