Según la teoría especial de la relatividad de Einstein, a la velocidad de la luz se dilata el tiempo, es decir, se pasa más lentamente. En 1907 Einstein hizo esta previsión y ahora algunos físicos de la Universidad de Manitoba han probado esta teoría mediante un experimento que propuso el propio Einstein.
El experimento se basa en la frecuencia de las ondas de luz. Los átomos y los iones son capaces de absorber energía y de emitir luz de una determinada longitud de onda. La luz que emiten se mueve con un movimiento ondulado y tiene una frecuencia en función de la longitud de onda de la luz, es decir, necesita un tiempo determinado para realizar cada movimiento completo de ondas.
En base a ello, Einstein decía que si un ion se acelera hasta la velocidad de la luz, el tiempo para el ion se reduciría y, en consecuencia, el movimiento de las ondas se ralentizaría. Es decir, considera que ese ion emitiría una luz de menor frecuencia.
Para demostrar el experimento de Einstein, el equipo de Manitoba aceleró los iones de litio hasta un 6% de la velocidad de la luz con un acelerador de partículas. Se excitó entonces los iones mediante rayos láser y se midió la frecuencia de la luz que emitían. Los resultados indicaron que, con una precisión de 1/10.000.000, la frecuencia de la luz emitida por los iones se había ralentizado, tal y como indicaba la teoría particular de la relatividad.