Cuando Darwin propuso la teoría de la selección natural, no presentó pruebas reales que pudiesen confirmar su teoría, pruebas que se han encontrado más tarde. Según los resultados publicados recientemente por un grupo de biólogos de la Universidad de California, es posible que el pájaro de Phylloscopus trochiloides, que habita en los bosques templados de Asia Central, aporte una nueva evidencia de esta teoría.
De hecho, este pequeño pájaro cantante pertenece a la especie conocida como "especie de anillo" por los expertos. ¿Pero qué significa eso? Pues que en un único grupo de organismos se pueden encontrar diferentes niveles de variación, con pequeñas y grandes diferencias entre las poblaciones del barrio. Este pájaro se encuentra en todo el territorio que rodea al Tibet y, según los investigadores, el anillo se rompe en un solo lugar, en Siberia Central, donde conviven dos tipos de pájaros que no tienen ninguna relación genética. En los extremos del anillo de población hay, por tanto, dos formas que no se relacionan entre sí. Estos pájaros no son capaces de conocer una canción de la otra y esa capacidad es muy importante para la elección de la pareja. Se puede decir, por tanto, que actúan como si fueran especies diferentes.
Por lo tanto, estos resultados confirman las creencias de Darwin. Es decir, que pequeños cambios en la evolución pueden evitar la proliferación de animales de la misma especie, es decir, pueden provocar alteraciones en las especies que generan aislamientos reproductivos.