Los investigadores han analizado la estrategia reproductiva de una bacteria de transmisión sexual, lo que ha abierto el camino para clarificar su relación con los problemas del aparato circulatorio.
La bacteria, denominada Chlamydia trachomatis, infecta fácilmente a las personas, sobre todo mediante relaciones sexuales. Aunque es habitual, hasta ahora los científicos no conocían muchos aspectos de la infección.
Ahora, investigadores de la Universidad de Duke han visto cómo utiliza las bacterias en beneficio de los lípidos intracelulares. La bacteria se reproduce en algunos orgánulos de la célula, vacuolas, acumulando lípidos alrededor. Parece ser que la infección provoca que la célula produzca más lípidos, de manera que dos días después de la infección hay cinco veces más lípidos.
Además, han demostrado que si se evita la producción de lípidos, la bacteria no puede reproducirse. Por otro lado, los investigadores creen que el aumento de la producción de lípidos puede afectar a los problemas cardiovasculares. De hecho, en infecciones crónicas es frecuente encontrar problemas como obstrucciones de las arterias o enfermedades del corazón.