El isótopo de carbono 14 se desintegra muy lentamente. Una muestra tarda 5.730 años en transformar la mitad de su carbono 14 en nitrógeno. Otros isótopos radiactivos se desintegran mucho más rápido, sólo en minutos u horas. ¿Por qué se desintegra tan lentamente el carbono 14? La clave está en el núcleo del átomo. Allí, protones y neutrones están unidos por otras partículas: los mesones. Pero, según una teoría, los mesones ejercen dos fuerzas: una atrae protones y neutrones y la otra repele. Un isótopo es radiactivo cuando la fuerza de repulsión es mayor. Según los últimos cálculos, en el caso del carbono 14 estas dos fuerzas están prácticamente equilibradas, por lo que, aunque se desintegra, requiere mucho tiempo para ello.