El cerebro necesita unos 600 milisegundos para hablar, es decir, para pensar las palabras, para utilizar las normas gramaticales y para decir las palabras correctamente. Así lo han visto investigadores del Instituto Donders del Cerebro holandés y del Instituto Max Plank de Psicolingüística. Además, se ha analizado qué partes del cerebro se activan en este proceso.
Los neurólogos no tienen a menudo la posibilidad de realizar este tipo de estudios, ni siquiera en los modelos animales pueden analizarlos, ya que no hablan. De hecho, tuvieron la oportunidad de medir la actividad cerebral cuando tres pacientes epilépticos fueron preparados para ser intervenidos: introdujeron electrodos en el cerebro, en el área de Broca, relacionada con el habla, entre otros.
Pues bien, para aprovechar esta oportunidad única, pidieron a los pacientes que pensaran una palabra, si era un verbo para cambiar el tiempo de verbo, y si era una cosa para convertirse en plural o singular y para decirlo. Estas tres acciones son un ejemplo de los tres componentes principales de la lengua: la palabra, la gramática y la fonología.