Mejorar las condiciones de vida de los afectados por la enfermedad de Parkinson y frenar la propagación de la enfermedad son las principales tareas que han descubierto los investigadores de la Universidad de Hebreo. L-Dopa Ethyl Ester es el nombre del medicamento y todavía está en fase de laboratorio. Los investigadores creen que la L-Dopa que se utiliza hoy en día contra esta enfermedad puede ser sustitutiva de la misma y evitar los problemas que ésta genera.
La enfermedad de Parkinson aparece cuando hay déficit de dopamina en el cerebro y se caracteriza por temblor y rigidez muscular. Se estima que afecta al 1-2% de la población. Hoy por hoy, el único tratamiento que existe es el L-Dopa, pero tiene dos grandes inconvenientes: por un lado, no se puede inyectar directamente en sangre y por otro, tras cuatro o cinco años de tratamiento, su efecto desaparece. El nuevo medicamento también se podrá utilizar una vez agotada la eficacia del L-Dopaje y se podrá inyectar directamente en la sangre.