La Universidad Stanford de California ha encontrado una vía que podría evitar el tratamiento previo a los trasplantes de médula espinal. Han utilizado un anticuerpo especial que elimina las células madre de la médula espinal de los ratones y que hace espacio a las nuevas células madre que se introducirán en el trasplante.
De hecho, la médula espinal del paciente debe ser primero eliminada para poder posteriormente introducir la nueva. Para ello, se aplican tratamientos de quimioterapia y/o radioterapia con el fin de eliminar tanto células inmunitarias que puedan atacar a las nuevas células madre entrantes, como células defectuosas de la médula espinal. Estos tratamientos tienen también efectos secundarios como pérdida de pelo, malestar, etc.
Sin embargo, en el experimento presentado por este equipo de la Universidad de Stanford no se requiere este tipo de tratamiento y, por lo tanto, no existen tales efectos secundarios. Utilizaron un anticuerpo que conoce y elimina las células madre de la médula espinal de los ratones. Las células madre de la médula espinal de los ratones disminuyeron un 98% en ocho días. Es decir, hizo espacio suficiente para las nuevas células madre a trasplantar. Seis meses después del trasplante, el 90% de las células del sistema inmunitario de los ratones fueron producidas por células madre trasplantadas.
Han conseguido hacerlo con el ratón. Ahora se trata de buscar un anticuerpo que tenga la misma influencia en los seres humanos.