La tecnología de los discos duros no dura para siempre, sin degradarse. Dependiendo de las condiciones, algunos formatos digitales pueden empezar a degradarse antes de una década. Por ello, algunos físicos de la Universidad de California han desarrollado una estructura permanente a nivel molecular. Metiendo un cristal de hierro en el interior de un nanotubo de carbono han conseguido una estructura que puede actuar como bit. La aplicación de corriente eléctrica permite mover el cristal de un extremo a otro del nanotubo codificando los números 0 y 1. Esta estructura también se degradará con el tiempo, pero los científicos creen que esto no ocurrirá durante millones de años.