Los hongos pueden convertir las plantas en enemigos del petróleo. Científicos estadounidenses han identificado los hongos que pueden abaratar completamente el proceso de transformación del material biológico en etanol.
El etanol es el enemigo de la gasolina, ya que el automóvil actual puede circular con un 20% de etanol. Además, el etanol puede sustituir el plomo en el proceso de aumento del nivel de octano. Sin embargo, el etanol es mucho más caro que la gasolina y los esfuerzos realizados para abaratarla han sido estériles.
El etanol obtenido con la fermentación del material biológico debe competir con el obtenido del petróleo. Por ejemplo, hidrolizar el etileno obtenido con craqueo de petróleo es más barato que fermentar el azúcar. Cuando los precios del petróleo aumentaron en la década de 1970, la fermentación parecía una vía de síntesis de etanol. Actualmente, cuando el coste del petróleo ha disminuido, la fermentación parece menos útil. El reciente descubrimiento en Estados Unidos puede revolucionar la situación.
El material biológico de las plantas está compuesto por un 70% de celulosa y hemicelulosa. Este material biológico puede contener muchas fuentes; agricultura, bosque, tratamiento de alimentos vegetales, etc. El reciclaje de este residuo y de esta basura tiene dos objetivos: reducir la contaminación y conseguir combustible.
En la síntesis del etanol se necesitan microorganismos que puedan trabajar con la biomasa. Sin embargo, en primer lugar hay que poner la biomasa de forma digestiva. Las moléculas largas que forman la celulosa y la hemicelulosa deben romperse con hidrólisis hasta conseguir azúcares complementarios. La hidrólisis de la biomasa vegetal produce una gran cantidad de azúcar fermentable. La mayoría de los microorganismos se ahogan en los azúcares o matan a los etanoles que los producen. El medio debe diluirse para que los microorganismos puedan vivir y detener la reacción antes de que la concentración de etanol alcance niveles letales.
El nuevo hongo, denominado Paecilonyces sp (NF1), presenta claras ventajas respecto a otros microorganismos. Puede soportar mayores concentraciones de azúcares y los convierte en etanol de alta calidad. Además, es capaz de soportar altas temperaturas, 43°C, y medios ácidos suficientes. Durante un proceso de 7 días genera 0,4 g de etanol de 1 g de azúcar.