El equipo del investigador Kenneth Chien del Massachussets General Hospital ha descubierto el tipo de célula madre que produce todos los tipos principales de células del corazón. De estas células madre proceden las células musculares del corazón (cardiomiocitos), las células del músculo liso y las células de los vasos sanguíneos, que el cuerpo utiliza para hacer todo el corazón.
Estas células madre sólo existen en la fase fetal. Las células activan un determinado gen que produce una proteína llamada Isl1. Esta es la característica de estas células madre, únicas que contienen Isl1. Los científicos sabían que en el ratón había una proteína similar, pero los del equipo de Chien han encontrado la de los humanos.
Una vez localizada, esta célula ha sido aislada de los embriones. Para ello, han identificado las células que contienen la proteína Isl1 mediante marcadores fluorescentes que han podido recogerlas y experimentarlas.
Chien dice que por el momento no se pueden usar estas células para tratar a las personas con problemas cardiacos. La vía clínica es larga y, además, no es posible canalizar el desarrollo de estas células madre para aportar un tejido del corazón.
Otros muchos expertos afirman que es un gran avance en la investigación de células madre, pero que no es una solución terapéutica la utilización de estas nuevas células madre.
Esta idea se ha puesto de manifiesto, sobre todo en el caso del corazón, por la dificultad del tratamiento con células madre y por las grandes expectativas que genera cualquier avance. Las otras células madre, sobre todo las extraídas de la médula ósea, que se investigan en la actualidad, no sirven para producir cardiomiocitos. Pueden servir para activar otras células madre (denominado efecto paracrino) pero no para regenerar el músculo del corazón. Además, el tratamiento tras un corazón es muy complejo, por ejemplo, las células madre añadidas demasiado rápido mueren. La situación es complicada y los expertos no tienen claro si las nuevas células madre encontradas por el equipo de Massachussets servirán para superar estos problemas.
Sin embargo, la noticia es buena para quienes investigan enfermedades congénitas del corazón, ya que las nuevas células madre parecen apropiadas para elaborar modelos concretos de desarrollo del corazón.