Algunos físicos del instituto NIST han producido una reacción química a una temperatura de 500 nanocelvines, es decir, casi cero absolutos. El objetivo de este experimento ha sido eliminar la contribución de la energía térmica a la reacción y ver simples efectos cuánticos. Una molécula formada por dos átomos de rubidio se ha encargado de reaccionar con otra formada por dos átomos de potasio para dar dos moléculas que contienen rubio y potasio. Pero esto sólo ha ocurrido en los casos en los que las reglas de la física cuántica lo permiten; dado que las moléculas de KRb son fermiones, las que se generan deben estar en diferentes estados cuánticos.