Un equipo de investigadores japoneses ha desarrollado un nanotermómetro capaz de medir temperaturas entre 323 y 823 kelvin. Su diámetro es de 150 nanómetros, lo que permite su utilización para mediciones a nivel de micrómetro y nanómetro.
Tiene dos ventajas principales: es capaz de medir altas temperaturas y no tiene por qué trabajar al vacío, como los nanotermómetros anteriores. Los componentes básicos de este termómetro son un nanotubo de carbono y un galio que funciona de forma muy similar a los termómetros convencionales de mercurio. A medida que aumenta la temperatura, el galio asciende en el nanotubo.