Actualmente no existe un sistema completo de identificación de personas en aquellas zonas en las que se requiera un control de seguridad elevado. Los sistemas actuales de tarjetas o llaves identifican la autorización pero no la persona. Algunos sistemas biométricos utilizados para identificar a la persona (por ejemplo, los que conocen la voz de la persona) pueden ser el “pirate” (por ejemplo, la voz registrada). Las impresiones dactilares son difíciles de descifrar si hay heridas o están manchadas. El sistema de reconocimiento del ojo de la persona también tiene barreras para ponerlo en marcha.
A este problema irreparable de un vistazo, le ha dado solución la casa “Art Techniques”, un sistema para conocer con biometría el oído de la persona. Cada persona tiene orejas de tamaño, relieve y formas especiales. Además, a lo largo del tiempo no cambian debido a su estructura de cartílago. En este procedimiento que se está retocando, se toca el oído con una pieza similar a la del teléfono. Toma la imagen del oído con un sistema de iluminación interior y una cámara y la compara con la que tiene como referencia. Según el resultado de la comparación, abre (o no) la puerta.
Este nuevo sistema, denominado “Optophone”, tiene muchas aplicaciones. Identifica en los cajeros automáticos de los bancos quién trae la tarjeta de crédito. Neutraliza inmediatamente cualquier tarjeta extraviada o robada, ya que tiene la firma del propietario en chip. También puede utilizarse como sistema de seguridad en bancos de datos. La red de teléfono numérico permite enviar la firma física del usuario en 4 segundos. Por lo tanto, en el banco central de datos no se puede sustituir un usuario por otro.
Para evitar el acceso a salas o lugares peligrosos, en la mayoría de los sistemas hasta ahora se conoce una piedra de contención o un código. Este sistema denominado “optophone” reconoce físicamente a las personas y les permite (cuando sea necesario) el acceso automático, sin ningún tipo de obstáculos. Sólo hay que utilizar el “teléfono”.