La vela vuelve
El barco que tenéis en la imagen es el Wind Star paquebote, que se caracteriza por tener las velas extendidas. Su trabajo consistirá en viajar por Caribe.
Esta tendencia hacia la hierba no es un retroceso, es totalmente diferente. Las tecnologías más desarrolladas y las antiguas velas se unen para avanzar energía.
Este barco, de 155 m de longitud, rara vez los antiguos veleros tenían una longitud de 100 m. Todas las maniobras de extensión de las seis velas que tiene en cuatro mástiles de 50 m de longitud son automáticas. Un programa informático toma la decisión de ampliar o recopilar 2000 m2 de vela de dracón, teniendo en cuenta las instrucciones de dirección y velocidad dadas por el capitán del buque. Bastan diez minutos para tener todas las velas juntas. El ordenador también controla los estabilizadores y la lastrea contra la balanza.
La presencia de velas no excluye a los motores. El Wind Star contiene tres diesel de 1400 caballos. Suministran la energía eléctrica necesaria para el buque, mantienen en funcionamiento el sistema de desalinización del agua de mar y sustituyen las velas si fuera necesario.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
