Novecientos kiwis y un perro

Se cree que los predadores introducidos son la principal causa de la desaparición de las especies de isla. La literatura actual sobre este problema no daba una solución directa, pero sí indirecta. Por ello, el reciente conflicto que se ha producido entre un perro y una población de kiwi, va a ser una realidad ineludible en la literatura de conservación.

Nueva Zelanda ha perdido una gran proporción de sus especies de aves de origen, tras la llegada de hace siglos europeos. De ello han sido responsables los simpatizantes, gatos y perros introducidos, pero no ha habido pruebas concretas, sólo sospechas. Kiwi, el ave de imagen nacional de Nueva Zelanda, acaba de responder.

Ha vivido en el bosque llamado Waitangi, la mayor población de kiwi comunes de Nueva Zelanda (Apteryx australis). Entre junio y octubre de 1987, los biólogos marcaron algunos ejemplares de esta población y posteriormente les hicieron un seguimiento con radiotransmisores.

Kiwi común.

El 24 de agosto de 1987 se encontró una gran kiwi hembra muerta. En las siguientes seis semanas se encontraron otras muertes y/o nuevos huesos. De las 23 aves marcadas, 13 murieron durante este periodo y fueron localizadas gracias a los radiotransmisores. A pesar de la dificultad de encontrar ejemplares muertos sin marcar, se encontraron esqueletos de otros diez ejemplares. A finales de septiembre se escuchaban pocos temas de kiwi y un perro adiestrado para localizar los kiwis (no morir) no encontró ninguno.

Las marcas dentales encontradas en los muertos y los dedos de la zona demostraron que el asesino era un perro. El perro era además único. El 30 de septiembre vieron un fogón alemán en el bosque y estaba muerto. Después no desapareció más kiwi.

¿Cuántos kiwis mató el perro? Si mató a trece de las veintidós figuras marcadas, mataría a cerca de 500 de 900 de toda la población, ya que todas las aves estaban en el mismo peligro. La muerte de quinientos kiwis en seis semanas significa que cada noche mataba doce. La cifra parece elevada, pero como los kiwis tienen un olor penetrante y un grito más fuerte, el perro no tenía problemas para detectar la presa.

Este conflicto de Waitang muestra qué especies de isla son atacables cuando se introduce un nuevo depredador. Los kiwis evolucionaron sin depredadores mamíferos y sin defensas ante los perros. Además, al proliferar muy lentamente, la población de Waitang tardará 8-20 años en alcanzar las cifras iniciales.

Este episodio de Waitang muestra la importancia del control de los animales introducidos.

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