Por primera vez han conseguido crear recuerdos a largo plazo, influyendo directamente en el cerebro. El experimento se ha realizado en el Centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California, utilizando ratas.
De hecho, los investigadores hicieron oír un tono a las ratas (de 3,66 kHz) y al mismo tiempo excitaron el núcleo basal. Su objetivo era liberar una molécula, la acetilcolina, relacionada con la creación de recuerdos, para aumentar el número de células encargadas de guardarlos.
Al día siguiente se comprobó que el procedimiento utilizado en la víspera era era efectivo, haciendo oír diferentes tonos a las ratas y viendo que a las ratas se les acelera la respiración con un tono de 3,66 KHz. Es decir, conocieron ese tono, al igual que ocurre con los recuerdos que surgen de la escucha reiterada.
El estudio ha sido publicado en la revista Neuroscience y los autores han afirmado que esperan que les ayude a quienes tienen alteraciones en el aprendizaje y en la memoria.
Otros investigadores han hecho lo contrario: han conseguido eliminar recuerdos concretos. En concreto, los ratones y ratas han eliminado sus recuerdos relacionados con la adicción a las drogas en el Instituto de Investigación Scripps en Florida.
Según los investigadores, los recuerdos relacionados con las adicciones dificultan el tratamiento, ya que estos recuerdos refuerzan la adhesión. Por ejemplo, a las personas que quieren dejar el tabaco les da ganas de fumar cuando van a los lugares en los que fumaban o viven situaciones similares. En este sentido, por lo tanto, para los que quieren dejar el tabaco, sería beneficioso eliminar esos recuerdos.
Los investigadores del instituto Scripps no han trabajado con el tabaco, sino con metanfetamina. Se explica que entre los procesos que se producen en la formación de recuerdos se producen cambios en la estructura celular a través de la proteína actina. Con un inhibidor han evitado polimerizar la actina y que se produzcan estos cambios. Y así han demostrado que los animales pierden interés por las señales que antes les unían a la metanfetamina. El experimento ha sido publicado en la revista Biological psychamey.