Las simples partes del ADN han sido sustituidas por bacteriófagos en el Instituto de Investigación Morada de Gran Bretaña para la vacunación contra la hepatitis B. Con ello se espera abaratar y facilitar el proceso de elaboración de vacunas.
Los bacteriófagos son virus que infectan las bacterias, mientras que el ser humano no sufre ningún daño. Los investigadores han introducido los genes de la hepatitis B en los bacteriófagos, con los que han introducido ratones y medido la respuesta inmune que generan.
Posteriormente se compara con la respuesta que se obtiene con las partes del ADN. Los bacteriófagos han visto que son mucho más eficaces: para obtener la misma respuesta basta con que los bacteriófagos sean cien veces menos que las partes del ADN. Además, las partes de ADN introducidas en los bacteriófagos están protegidas, por lo que duran más tiempo que las partes simples del ADN. Por otra parte, el aumento de los bacteriófagos es muy rápido, lo que abarata mucho la producción. Parece, por tanto, que este estudio ha abierto la vía adecuada para la realización de vacunas.