Investigadores estadounidenses han utilizado bacterias para mover las capas epoxi de pocos micrómetros a través de un líquido. Serratia marcescens es la bacteria y para moverla y detenerla basta con apagar o encender la luz ultravioleta. Además, han movido las bacterias de forma directa o rotativa. Precisamente, el movimiento en función de la luz se conoce como fototaxis, y de ello han aprovechado los investigadores. Los investigadores creen que las bacterias pueden ser los motores de las nanomaquinas del futuro.