Para medir el contenido de café negro, descafeinado y otras bebidas, los químicos de la Universidad de Washington han creado un sencillo y útil test.
Los tests sencillos para medir la concentración de ciertos líquidos en ciertas moléculas son generalmente tiras de papel. Entrando en la lista líquida cambia de color y su color depende de la concentración molecular. Así es, por ejemplo, el test del embarazo.
Estos sencillos tests incluyen anticuerpos asociados a la molécula que se pretende detectar. En la prueba de embarazo, el anticuerpo se une a una hormona en orina. Esta hormona sólo aparece en orina si está embarazada.
También hay anticuerpos asociados a la cafeína. Pero tienen un gran inconveniente: el calor destruye. En consecuencia, no se pueden utilizar para medir la concentración de cafeína en bebidas calientes.
Sin embargo, los químicos de la Universidad de Washington descubren que los familiares de los camellos tienen anticuerpos en la sangre que se unen a la cafeína y son resistentes al calor. Es decir, aunque se meten en café muy caliente, no se eliminan. Así, han probado estos anticuerpos en diferentes bebidas y a diferentes temperaturas, obteniendo muy buenos resultados.