La organización responsable de la tecnología de la diabetes en la Universidad de Ulm, con la ayuda de Deutsche Aerospace, ha conseguido un prototipo que mide de forma continua el nivel de azúcar en sangre. Si este medidor detecta un nivel de azúcar superior al normal en la sangre, emite un sonido.
El aparato consta de tres elementos: sonda, sensor y sistema de evaluación. Diariamente el paciente introduce una sonda en el estómago, que debe permanecer en el mismo durante veinticuatro horas. Además, el paciente tiene un sensor de glucosa conectado a la sonda que pesa 800 gramos. Cada minuto se mide el nivel de azúcar y se predice en el reloj de la muñeca.
Gracias a este reloj, en la terapia de insulina, los elevados niveles de azúcar se evitan mucho más fácilmente que con los métodos clásicos. Los inventores del sistema están ahora miniaturizando el aparato para hacerlo más cómodo de usar.