Científicos de la Universidad de Rice fabrican un coche monomolécula. Al igual que los coches convencionales, tiene bastidor, ejes y cuatro ruedas. Y al igual que los coches reales, al girar las ruedas, avanza en dirección perpendicular a los ejes.
El nanocoche tiene una longitud aproximada de 3-4 nanómetros, veinte veces el diámetro de un cabello. Los chasis y ejes están formados por grupos orgánicos bien definidos, que permiten una suspensión giratoria y giro libre de los ejes. Las ruedas son fulerenos y están formadas por 60 átomos de carbono.
Los investigadores han tardado ocho años en construir el vehículo. Ha sido especialmente difícil atar las ruedas al bastidor y a los ejes. Sin embargo, lo más difícil ha sido demostrar que realmente funciona. Para ello, han hecho circular el nanocoche en una capa de oro y han podido ver y grabar cómo se mueve a través de un microscopio de efectivo.