Uno de los grandes objetivos de la física es la elaboración de memorias basadas en átomos sencillos. Hasta el momento, el 'limite superparamagnético' ha sido un obstáculo que parece haber sido superado por investigadores de IBM. En una fina capa no magnética se han colocado átomos de hierro (o de manganeso) que han conseguido que el momento magnético de los átomos tenga una dirección determinada. Este avance, por el momento, no servirá para que las memorias sean más compactas, ya que han trabajado a una temperatura de 0,5 Kelvin.