En los Juegos Olímpicos de Atlanta no podrán sancionar a los atletas por la utilización de una sustancia prohibida en erythropoyet. Para castigarla es necesario detectar la sustancia prohibida en la sangre y aunque los grupos de investigadores están trabajando, todavía no han preparado un test fiable que detecte esta hormona.
Esta hormona, denominada EPO, es secretada por los riñones y tiene como función la formación de glóbulos rojos. En la actualidad, los atletas utilizan dos vías de reproducción de glóbulos rojos: inyectando hormona (de forma artificial) o entrenando a altitud (de forma natural). Gracias a esta reproducción, los atletas consiguen una mejor oxigenación en pruebas deportivas de larga duración, lo que les permite obtener un mejor rendimiento.
Durante los estudios de detección de la sustancia EPO, encontraron en la sangre de los atletas que inyectaron la versión sintética de la proteína una peculiaridad: en ellos se producía más un tipo de proteínas que en aquellos que no tomaron artificialmente la hormona. Por tanto, los científicos consideran que el desarrollo del test de doping consiste en comprobar el grado de concentración de esta sustancia.
Sin embargo, por el momento, los tests deben ser realizados a los atletas cuando están tomando la sustancia EPO, ya que una vez dejada la toma las pistas desaparecen. Sin embargo, los investigadores han anunciado que el test de doping para los Juegos de Sidney estará cerca.