Aunque la cueva es muy conocida en Lekeitio, nadie esperaba que al final de la cueva se presentara un tesoro de estas características: cincuenta espectaculares figuras de animales, entre las que se encontraban dos leones, animales nunca aparecidos alrededor del mar Cantábrico.
Los espeleólogos del grupo ADES encontraron imágenes en primavera.El Diputado General de la Diputación Foral de Bizkaia, Unai Rementeria, ha señalado que se trata de un "auténtico santuario del arte paleolítico". “Un verdadero tesoro. El tesoro que nos incumbe a todos los seres humanos".
Además de los dos leones, han aparecido dieciséis caballos, cinco cabras, dos bisontes y cuatro animales no identificados, que por el lugar en el que se ubica la bóveda se ven con luz natural. Todo está grabado en piedra. La cueva de Arminorain es un claro ejemplo del arte de hace 14.500 años, y el Diputado General ha afirmado que “es el conjunto más espectacular y sorprendente conocido en toda la península ibérica”.
Los animales están representados con grandes detalles, como es habitual en el arte madeleine: el pelo, la boca, los ojos y otros elementos aparecen cuidadosamente hechos. Catedrático de Prehistoria y catedrático de la Universidad de Cantabria, César González, ha trabajado en la cueva, según él, la calidad de las imágenes es muy alta. “Usaban técnicas paleolíticas sencillas, pero las adaptaban muy bien al soporte que tenían entre manos. La caliza de la cueva de Armintxa convierte una pared rugosa e inestable y es fácilmente liberable. Al grabar con piedra, una caliza se eleva y se ve muy bien la imagen”. Todas las imágenes están realizadas mediante esta técnica, lo que hace muy especial la bóveda.
En cuanto al león, señala que los felinos desaparecieron del norte de la Península Ibérica hace unos 10.000 años, aunque desaparecieron más tarde de otros lugares de Europa. También ha reconocido que en la cueva de Altxerri, entre Orio y Aia hay una imagen que puede representar a un hiena o a un gran león, pero la única imagen clara es la de Armintxe.
Como son reseñables la técnica y la calidad en la realización de las imágenes, la cueva de Arminorain también cuenta con otro tipo de tesoros: aparecen imágenes abstractas, llamadas claviformes. Estas imágenes abstractas son idénticas a los símbolos que aparecen al otro lado de los Pirineos. Esto pone de manifiesto la comunicación existente entre las poblaciones de aquí y del otro lado de los Pirineos. Según González, “de allí llegaban modelos e ideas. Pero la interacción fue en dos sentidos, porque los elementos de aquí también aparecen”.
Parece que fueron tiempos de gran movimiento. Según González, “el factor ambiental sería el medio ambiente, pero también los cambios que sufría la organización social. En esta época las estrategias de explotación económica cambiaron considerablemente.”
Se ha dicho casi con total seguridad que la tierra del fondo de la cavidad de la cueva en la que se encuentra el panel central no ha sido pisada desde hace 14.000 años y que, probablemente, también se podrán analizar los restos de personas que hicieron grabados en aquella época del Paleolítico.
Desde la Diputación Foral de Bizkaia han agradecido al grupo de espeleología ADES de Gernika-Lumo el descubrimiento de las imágenes. También han recordado los hallazgos de otras cuevas.
El Diputado General, Unai Rementeria, ha recordado el descubrimiento de Santimamiñe, que se ha convertido en el “año de los descubrimientos”, y el descubrimiento de este año en Atxurra.