Gracias a una serie de herramientas óseas encontradas en Marruecos por arqueólogos del Instituto Max Planck, se ha descubierto que la confección se desarrolló mucho antes de lo que se pensaba. En la cueva de Contrebandiers se han encontrado más de 60 huesos adaptados para su uso como herramienta. Muchas de estas herramientas, en lugar de usarlas para la extracción de carne de animales, han llegado a la conclusión de que las utilizaban para la confección, analizando las marcas de los huesos.
Son las más antiguas en el registro arqueológico. Y es que es difícil conservar las pieles y las telas que usaban para la confección. Pero para los investigadores es evidente que hace al menos 120.000-90.000 años el hombre empezó a hacer ropa, actividad que fue fundamental para que los primeros seres humanos salieran de África para abrirse a nuevos medios.
Los arqueólogos han descubierto que estos humanos utilizaban diferentes tipos de herramientas para la confección: además de las herramientas para la piel de los animales, también han encontrado herramientas para trabajar el cuero. Se utilizaban las mordazas y las extremidades de los animales carnívoros: se desolaba el animal para aprovechar el cuero y se extraían esos huesos para luego desolparse a otros animales y trabajar el cuero. La utilización conjunta de dos herramientas especializadas sugiere que se trataba de una costumbre ya iniciada desde hace tiempo, aunque no hay pruebas de ello en el registro arqueológico.
Cuchilla de una ballena o delfín
Es más, en el yacimiento han encontrado el diente de una ballena o delfín. A la vista de las marcas que tiene el diente, los arqueólogos han concluido que se utilizó para crear y dar forma a otras herramientas. Así, teniendo en cuenta la cantidad de cuchillas que se utilizaban como herramienta en esta cueva, se ha sugerido que hace unos 120.000 años se comenzaría a utilizar el Homo sapiens de una manera convencional para estos trabajos específicos.