Las larvas de peces de arrecifes de coral dependen del mar. Las corrientes las llevan, a veces lejos del lugar de nacimiento. Sin embargo, con el tiempo, los peces vuelven al arrecife original. Varios biólogos estadounidenses han descubierto que los peces retornan siguiendo el olor que tiene el lugar de nacimiento. Cada arrecife tiene su propio olor y los peces son capaces de reconocerlo.