En el mundo de los sensores que se ponen a los robots se ha dado un paso adelante. Dos ingenieros mecánicos de la Universidad de Evanston de Illinois han querido imitar en un robot el mecanismo de los bigotes de ratas.
Las ratas no tienen una visión muy exigente y los bigotes les son muy útiles para hacer una imagen mental del medio en el que viven. Al tocar con los bigotes algún objeto, éstos se mueven y el movimiento se transmite hasta la base de los bigotes. Este movimiento de la base es la información que utiliza la rata y a partir de ahí han desarrollado el modelo matemático del movimiento y diseñado un robot.
El robot es básicamente una barra que gira. A la barra se le han añadido cuatro bigotes en fila y un sensor de movimiento en la base de cada bigote. Una vez recogidos los datos del sensor, el modelo matemático representará lo tocado por los bigotes.
El robot puede tener diferentes usos. Entre otras cosas, situándolos en la parte inferior de los vehículos de exploración, podría conocer la superficie que subyace, lo que facilitaría mucho el recorrido.