Red de araña

En las ciudades de la Comunidad Autónoma del País Vasco, a menudo vemos levantadas las aceras y carreteras como consecuencia de la excusa de introducir un tubo u otro. En estos últimos “levantamientos” se ha escuchado que se ha estado introduciendo la fibra óptica, pero hay pocas personas que saben para qué se ha hecho o qué intenciones hay sobre la fibra óptica.

Decir que para el otoño de este año en Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Donostia-San Sebastián los diferentes servicios que tiene el Gobierno Vasco van a quedar conectados por fibra óptica no va a ser muy representativo para muchas personas. Decir que dentro de un par de años la fibra óptica llegará a las empresas es abrir nuevas oportunidades para las empresas, desde búsquedas de datos, transmisiones de información, ventas de productos, etc., lo que significa algo para la empresa. Por último, decir que dentro de cuatro o cinco años llegará hasta nuestras casas, y me parece que estaremos ante una revolución como cuando se inventó la escritura.

La red de fibra óptica, comparada con las redes convencionales de cobre, se diferencia entre aprovechar la velocidad de la luz y evitar la obstrucción de la información, es decir, hacer circular la información por la autopista.

Cuando llegue la fibra óptica hasta los hogares, se podrá conectar el teléfono, la televisión y el ordenador (o dispositivo que cumpla tres funciones). Por lo tanto, al hablar del teléfono podremos ver al interlocutor en un monitor; tendremos a nuestra disposición decenas de cadenas de televisión y la película y/o espectáculo que queramos se visualizará sin magnetoscopio; en los bancos de datos se podrán consultar fácilmente diccionarios, enciclopedias o libros electrónicos que se deseen; se podrán realizar las compras o las relaciones bancarias desde casa por ordenador; etc.

El pago de estos servicios será similar al que se realiza actualmente con gas, es decir, a la entrada de la vivienda habrá un contador de información y la base de pago será el número de bits que marque el contador.

Además de en la Comunidad Autónoma del País Vasco, cada vez más lugares del mundo han emprendido el mismo camino y es de justicia decir que hacia el año 2000 nuestra Tierra tendrá la forma de una red de arañas. Me preocupa que se pueda acceder a la mayor parte de lo que está circulando en esa red. Si los productos representativos de la cultura vasca no circulan por esta red, utilizaremos únicamente productos extranjeros, por lo que podemos encontrarnos en el umbral de la colonización cultural.

Para que esto no ocurra, es necesario crear empresas vascas que ofrezcan los servicios anteriormente mencionados, a la vez que se debe formar en esta nueva industria, la de la información, que viene gente. Para ello, considero que la administración considera la industria de la información como un sector industrial, y que la organización de los planes de apoyo y promoción necesarios es un reto estratégico.

Parece que estamos en una buena posición para competir en una nueva industria que nos está apareciendo con fuerza en este turno, ya que tendremos la infraestructura física configurada. Además, no dudo de que el liderazgo en este sector supondría mejorar posiciones en otros sectores.

Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila