Se piensa que no hay nada más sano que deporte y ejercicio. Según algunos científicos soviéticos, sin embargo, podríamos estar equivocados. Los soviéticos han realizado una serie de estudios para analizar la influencia del estrés físico y emocional en la inmunidad de los atletas. Los ejercicios realizados en su medida refuerzan el sistema inmunológico, pero los excesivos pueden reducir los anticuerpos hasta cero. Estas conclusiones han sido obtenidas mediante el análisis de muestras de sangre extraídas a los atletas tras las competiciones.
Estudios posteriores apuntaron que la causa de este debilitamiento del sistema inmunológico podía ser la existencia de hormonas como la insulina y la serotonina. Pero la adrenalina tiene el efecto contrario. Los ejercicios cortos, a pesar de su dureza, elevan los niveles de adrenalina en sangre y permanecen en el mismo nivel que los anticuerpos. En un ejercicio más prolongado, otras hormonas comienzan a trabajar y el sistema inmunológico se debilita.
Por lo tanto, el deporte es beneficioso, pero como todo, hecho en su justa medida.