Es una ciencia que surge de la unión entre la telemática, la telefonía y la informática. Durante mucho tiempo se ha utilizado exclusivamente para la transmisión de datos informáticos, ya que con los medios disponibles no se podía hacer otra cosa.
En la Comunidad Autónoma del País Vasco el gas natural está creciendo en número. Se han excavado numerosas calles y carreteras y se están perforando para introducir las tuberías. Sin embargo, hay muy pocas personas que saben que en la canalización que están entrando las tuberías están entrando red de fibra óptica.
La fibra óptica es un material utilizado para las comunicaciones. Información sobre este medio (datos informáticos, películas, entrevistas telefónicas, etc.) para su transporte, la información se hace clara y cuando llega al destino se ejecuta la inversa. La fibra óptica presenta dos diferencias respecto al cable de cobre convencional. Por un lado, el que circula por el cable es claro y, como no se conoce en la naturaleza un cuerpo que supere la velocidad de la luz, la velocidad de circulación de la información es la máxima alcanzable en la naturaleza. Por otro lado, existe la capacidad de circulación, es decir, es prácticamente imposible que se produzcan obstrucciones de información, por lo que y por la característica mencionada, se puede afirmar que las fibras ópticas ofrecen a la información una verdadera autopista.
A la vista de las posibilidades que ofrece la fibra óptica para la comunicación y, por tanto, para el desarrollo, el Gobierno Vasco creó la empresa Euskalnet, dedicada a la infraestructura de comunicaciones. Una de las primeras tareas de esta empresa fue el despliegue de la red de fibra óptica en la Comunidad Autónoma del País Vasco, que ya conecta las tres capitales de la comunidad autónoma vasca.
La explotación de las redes ha comenzado ya con la conexión de los servicios del Gobierno Vasco en Bilbao, Vitoria y San Sebastián. De aquí a un par de años se conectarán las empresas a la red y, por último, a cinco años aproximadamente, las casas particulares. Desde dicha red, además de los servicios de telefonía y televisión, las relaciones con los bancos, las compras en tiendas o los servicios de productos electrónicos (enciclopedias electrónicas, programas informáticos, videojuegos, etc.) también se ofrecerán.
Pagaremos según marque un contador de bits que se situará en la entrada de la casa, como pagamos agua o gas.
Gracias a esta infraestructura, la Comunidad Autónoma Vasca puede convertirse en pionera en el ámbito de la información electrónica en Europa y su reflejo no sólo en la economía sino también en los hábitos sociales. Dado que la información que circulará por la red dependerá de la oferta y de la demanda, los vascos tendremos que hacer un esfuerzo especial para poder ofrecer los servicios también en euskera. Si no, podemos estar a las puertas de otra colonización cultural y el turno puede ser el más duro de los que hemos sufrido en la historia.
Los esfuerzos por la prestación de los servicios en euskera deben ser realizados de forma conjunta por las administraciones públicas y privadas, por lo que junto con los estudios genéricos, los servicios disponibles, aunque en principio sean humildes, deben ponerse en marcha.
Estamos ante una nueva cultura y los vascos no estamos mal situados. Así que aprovechemos la ocasión.