Mediante una técnica especial de rayos X, científicos de la Universidad de Rennes exponen las entrañas del ámbar opaco. Se analizaron 640 fragmentos de ámbar del Cretácico Medio y se encontraron fósiles de 356 animales, desde avispas y moscas hasta hormigas y arañas.
Los científicos saben desde hace tiempo que el ámbar es una rica fuente de fósiles, ya que muchos seres vivos que en su día quedaron adheridos a las resinas de los árboles han permanecido en un estado de conservación incomparable tras su fosilización y conversión en ámbar. Sin embargo, la mayor parte del ámbar de algunas épocas geológicas, como el del Cretácico, es opaco y parece un pedazo de roca, por lo que es imposible saber a simple vista lo que tiene en su interior. Esta singular técnica ha permitido introducir la luz en el interior del ámbar y, al igual que una radiografía, conocer lo que tiene en su interior.
Una vez detectados por rayos X, se utilizó una técnica microtomográfica para construir las imágenes tridimensionales de los animales, es decir, que fueron extraídas virtualmente de los ámbar. La obtención de imágenes de gran detalle ha permitido a los paleontólogos analizarlas y describirlas con gran precisión.