Según investigadores belgas y franceses, la campaña de vacunación antirrábica a gran escala se ha llevado a cabo con éxito. La primera campaña se llevó a cabo en Bélgica en el año 1987. Para ello se seleccionó una zona pequeña (600 hectáreas) y se utilizó un virus recombinante insertador. El virus es de la viruela bovina y en él se ha introducido un gen que produce una proteína externa al virus de la rabia.
La metodología ha demostrado suficientemente que el virus recombinante situado en la comida se distribuyó mediante helicóptero en tres períodos diferentes (noviembre 1989, abril y octubre 1990) en 2.200 km2 en el sur de Bélgica.
Los investigadores encontraron restos de un antibiótico puesto como testigo en la comida en el 81% de las azeritas muertas por muerte natural o por caza en la zona. De esta manera se ha podido confirmar la difusión y el efecto positivo de la vacuna. De hecho, los estudios previos demostraron que la incidencia de la vacuna era buena en el zorro.
Hasta hace poco, en las campañas de vacunación se utilizaban virus vivos inactivos o atenuados. Pero su manejo debe ser cuidadoso y pueden convertirse en patógenos en algunos animales de la fauna silvestre. Sin embargo, esta nueva vacuna no genera este tipo de problemas.