El 70% de los botes de aluminio que se utilizan para la bebida en los EE.UU. son reciclados mediante la reelaboración de los mismos. Por tanto, el bote se convierte en un bote manteniendo todas sus características. El bote es 100% reciclable y la cantidad de reciclaje del bote no tiene límites. De esta forma se consigue un ahorro del 95% de la energía necesaria para fabricar un bote.
Los EEUU consumen noventa y siete mil millones de botes al año y once mil millones en Europa, pero allí la tasa de reciclaje es del 70%, y aquí no llega al 25%.