La tolerancia al alcohol está relacionada con la temperatura: cuando hace calor, el efecto del alcohol aumenta. ¿Por qué? Los investigadores han tratado de responder a esta pregunta.
Los investigadores han realizado experimentos con moscas de frutas. Al igual que para los seres humanos, el alcohol (etanol) es tóxico para las moscas de frutas. El etanol ablanda las membranas de las células, lo que influye en las funciones de las células. Pero, además de los etanoles, la temperatura también influye en la flacidez de las membranas celulares: a medida que disminuye la temperatura, las membranas se endurecen. Para evitar que se hagan demasiado rígidos, la célula aumenta la producción de ácidos grasos.
El problema es que las proteínas que regulan los ácidos grasos están relacionadas con el proceso de destoxicación del etanol. Sabiendo esto, los investigadores pensaron que las proteínas que se activan a bajas temperaturas podrían ayudar a limpiar el etanol, por lo que el efecto del alcohol es menor cuando hace frío que cuando hace calor.
Han realizado experimentos con moscas de fruta que crecen en un lugar frío y caliente, y parece que sí, la hipótesis es correcta. La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad Brown de Estados Unidos y los resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Experimental Biology.