La huella del alcohol en el ADN juvenil

Rementeria Argote, Nagore

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

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El consumo de bebidas alcohólicas durante los fines de semana causa daños más profundos de los previstos. La investigación ha sido publicada en la revista Alcohol por la investigadora de la UPV Adela Rendón, en colaboración con la Universidad Autónoma de Nayarg, México. Se trata de una investigación pionera, ya que la influencia del alcohol se ha investigado con personas que hasta ahora han estado bebiendo durante muchos años, pero en esta ocasión se han investigado jóvenes sanos. La investigación se llevó a cabo con un grupo de alumnos de entre 18 y 25 años, divididos en dos: los que no bebían para control y los que sólo bebían los fines de semana.

A partir de muestras de sangre, se analizó primero el estado de los lípidos que forman la membrana de las células de la sangre. El resultado les dio una mala impresión y pensaron en ver si el daño llegaba incluso al ADN. Para ello realizaron un ensayo de cometa. Extirpación del núcleo de células linfocitarias de la sangre y sometimiento a electroforesis. “De hecho, si la cromatina no está bien compactada, si hay daño en el ADN, deja un halo en la electroforesis, que se llama “cabello de cometa”, explica Adela Rendón. De hecho, la cromatina del grupo de los que bebían alcohol dejaba un pequeño halo mayor que el grupo de control. En concreto, los resultados indican que el 8% de las células tenían daño en el grupo de control y el 44% de las que bebían. Así, el grupo de bebedores tenía dañadas 5,3 veces más células.

El daño que han visto en el ADN no es significativo, “Afortunadamente”, dijo el investigador, “pero no deberían tener ningún daño, porque llevan muy poco tiempo bebiendo alcohol, porque no se han estado bebiendo de forma crónica”.

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