Recientemente se produjo un apagón en la costa oeste de Estados Unidos. En ese momento, la demanda de electricidad era mayor que la que podía ofrecer la red, lo que provocó la interrupción inesperada del suministro de energía eléctrica.
Según los investigadores del Laboratorio Nacional Sandia, la energía que no se consume inmediatamente después de su creación puede ser utilizada para la compresión del aire; posteriormente, cuando no se produce otra electricidad para satisfacer la demanda, este aire comprimido puede ser utilizado para accionar las turbinas y producir electricidad. La prueba se realizará en una antigua mina situada a 700 metros de profundidad en el estado de Ohio. Los fines de semana la electricidad de la red aumentará la presión del aire de la mina. Los días laborables el aire comprimido afectará a los generadores.