Son muchos los que en el País Vasco trabajan en torno a la naturaleza, tanto a nivel profesional como de afición. Sin embargo, pocos de esta comunidad se conocen, lo que dificulta mucho la colaboración. Esta situación comenzó a revolucionarse el pasado fin de semana del 9 y 10 de noviembre en el I Congreso de Ciencias Naturales. Encuentro. El proyecto organizado por la Universidad Vasca de Verano (UEU) permitió a las personas que trabajan en el ámbito de las ciencias naturales en Euskal Herria conocerse mutuamente, comenzar a construir puentes dentro de la comunidad y sentar las bases de una red de colaboración para el futuro.
Además de reunir a los amantes de la naturaleza, 18 ponentes invitados tomaron parte para tratar cuatro temas de actualidad sobre la naturaleza. Los ponentes estuvieron presentes en diferentes ámbitos con el fin de obtener una visión lo más amplia posible de los temas, como científicos, técnicos, miembros de grupos naturales, ganaderos, etc. En la mesa redonda tuvimos cuatro referentes de la industria vasca, discutiendo sobre el lugar que tiene o debería ocupar el euskera en un mundo científico globalizado.
La primera sesión de los encuentros se centró en la madera muerta. ¿Cuál es la situación de nuestros bosques? A partir de esta pregunta, el guarda forestal Miel Mari Elosegi inició la sesión dando un repaso a la historia de la gestión forestal en el País Vasco. De esta gestión se deriva la situación actual, es decir, que se trate de bosques en general de árboles homogéneos y sin madera muerta.
A continuación se habló de la importancia de la madera muerta para hongos, insectos y pájaros. Se explicó cómo los hongos utilizan la madera y el tipo de putrefacción que provocan, cómo los insectos y los pájaros aprovechan esta putrefacción para obtener sus alimentos y refugios y, en general, cómo la abundancia y diversidad de madera muerta sustenta una vida forestal próspera y diversa. Todos coincidieron en que con la gestión forestal hay que conseguir algo más que las tablas adecuadas para la serrería.
En el caso de los cadáveres de ganado se habló de ganaderos y animales carroñeros. Los ataques de los buitres tuvieron gran repercusión hace unos años y, aunque en los últimos años el tema se ha calmado, sigue siendo polémico. Los ataques a buitres han disminuido en las últimas décadas y, gracias a los mataderos, no les ha faltado comida, con lo que las poblaciones han aumentado considerablemente, alcanzando las mayores poblaciones de la historia.
Los ponentes hablaron de la alimentación de los buitres, de la evolución de la relación con el hombre y de las consecuencias de los ataques a animales vivos, y surgieron discusiones al respecto. Iker Elosegi destacó que los expertos se equivocaron con tan contundente negación de los ataques. El pastor Iñaki Otegi terminó el programa eliminando el peso de los ataques de buitres y denunciando la capacidad de los medios de comunicación para exagerar las polémicas. Reivindicó que el verdadero problema de los ganaderos no son los ataques de buitres, sino la necesidad de vivir tan ahogados económicamente.
Debido a la cantidad de investigadores que recorren los ríos, la entrada de Iñaki Antiguedad se centró en la llamada a la colaboración. Además, reivindicó una visión más general del río, es decir, que la cuenca es más que el río.
También se habló de la situación de los ríos y humedales y, aunque en general en los últimos años la calidad de sus aguas ha mejorado, explicaron los problemas ecológicos que tienen los ríos y humedales como consecuencia de su explotación. Se trataron los problemas de construcción en el cauce del río, las especies invasoras, los vertidos de contaminantes...
También se expusieron acciones concretas como las acciones que la Diputación Foral de Gipuzkoa está llevando a cabo en relación a la permeabilidad de los ríos y el proyecto propuesto por la Asociación Cultural Arkamurka de Zarautz para el Biotopo Protegido de Inurritza.
Para determinar el valor de los servicios ecosistémicos, Elisa Sainz de Murieta expuso el camino de la valorización económica y, conociendo sus limitaciones, destaca la facilidad que ofrece para acercarse a gente no experta.
Basada en la expedición Malaspina 2010, fue la oportunidad de realizar un bonito viaje por los fondos marinos de todo el mundo de la mano de Iñigo Azua. Esta expedición fue la primera parte de un experimento para detectar los cambios que se están produciendo en el mar como consecuencia del cambio climático y se explicaron los detalles.
Por otro lado, se dio a conocer el papel de la asociación BC3 Euskal Herriko Elkartea en el proyecto internacional PERSEUS. Y las consecuencias del cambio climático también se pudieron ver de forma más local, de la mano de investigadores de AZTI, Eneko Bachiller e Iñigo Muxika. Éstas expusieron líneas de investigación concretas: hablaron sobre la influencia de actividades humanas más directas como el cambio climático y la pesca, centrándose en los peces que se pescan principalmente en el mar de Bizkaia y en las comunidades bentónicas como protagonistas.
El gigante del mar quedó patente en este programa: ¿Qué sabemos del mar? ¿De dónde es nuestra ignorancia? Hemos ido a la Luna y a Marte, pero no conocemos ni el 10% del mar que representa dos tercios de nuestra Tierra.
Txema Pitark fue quien dirigió la mesa redonda y, tras utilizar el espacio para expresar su opinión, pasó el testigo a otros ponentes. Juan Ignacio Pérez Iglesias, Eider Cartón y José Ramón Etxebarria hablaron, respectivamente. Todos ellos se mostraron muy de acuerdo con lo manifestado por los comensales y parecía que no habría espacio para el debate, pero el debate surgió cuando los asistentes preguntaron sobre la realización de tesis doctorales en euskera. Muchas de las salas dieron su opinión y, aunque no se mantuvo una línea de debate, surgieron numerosas ideas para la reflexión.
Además, quienes no asistieron al encuentro tuvieron la oportunidad de seguir la conferencia en directo a través de Internet en la cadena de Youtube de la UEU. Esto sirvió para suscitar el debate en la red, y al cabo de varios días el debate seguía vivo.
En la sesión de póster se presentaron decenas de grupos de trabajo, líneas de trabajo y proyectos que sirvieron para identificar y poner en contacto grupos de trabajo de interés. Además, habrá otro espacio para los contactos iniciados en la sesión de poster. El domingo al mediodía, en un ambiente festivo y en el contexto más adecuado para iniciar la colaboración en Euskal Herria, finalizó el Encuentro: alrededor de la mesa. Decenas de personas pudieron disfrutar de una buena comida y fue suficiente tiempo para hablar de todo lo acontecido durante el fin de semana.
No nos gustaría finalizar esta crónica sin agradecer a todas las personas que participaron en el Encuentro y su organización. En opinión de los organizadores, fue un éxito el I. El encuentro, en el que nos reunimos casi 150 personas, creemos que a pesar de la falta de algunos sectores, en general la respuesta fue excelente. Pasamos un buen fin de semana y la gente también se quedó a gusto. A pesar de estar satisfechos con el resultado, nos hemos puesto el reto de mejorar las siguientes. De hecho, después de esta primera edición, estamos más seguros que nunca de que merecerá la pena organizar las siguientes.
¡Broma a la naturaleza, a la ciencia y al euskera!