¿Qué ensucia el agua?

Imaz Amiano, Eneko

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

En este dossier se recogen las características químicas, la potabilización y la escasez. Tiene propiedades químicas. Pero si se quiere utilizar este agua en los hogares, hay que potabilizarla. Sin embargo, la escasez puede deberse a su escasa presencia, pero también a su mal uso o ensuciamiento.

El medio puede aislar, deshacer, reciclar o acumular materia o energía por sí mismo. Pero la superación de esta capacidad, tanto en cantidad como en velocidad, puede considerarse como una contaminación. Por lo tanto, cualquier medio que se incorpore al medio puede ser "gestionado" por el mismo, y no causará grandes problemas si este aumento se realiza en cierta medida (en la medida en que puede aislarse, destruirse, reciclarse o acumularse por sí mismo). El problema estaría en superarlo. El tamaño variará en función del contaminante.

Cuando la concentración de contaminantes tóxicos es muy baja no produce efectos adversos significativos, pero si se supera el “nivel de umbral”, pueden afectar al crecimiento, la reproducción o el metabolismo de los seres vivos, pudiendo ser letales cuando la concentración es muy elevada. Estos niveles no son fijos, entre otras cosas porque la tolerancia de cada ser es diferente. A veces, un determinado ser vivo es capaz de eliminar un determinado contaminante, que a pesar de su elevada concentración en el medio, apenas se verá afectado. En otras ocasiones, sin embargo, se produce bioacumulación, ya que la mayoría de los seres vivos tienden a acumular ciertos contaminantes (como el DDT en las grasas), por lo que su concentración a lo largo de las redes alimentarias aumenta considerablemente. Este tipo de sustancias, a pesar de su escaso impacto sobre las plantas y los herbívoros, pueden ser mortales para águilas, nutrias, etc., que se encuentran en el vértice de las redes tróficas, así como para el ser humano.

Todos los contaminantes desaparecen a lo largo del tiempo, pero su duración puede variar mucho: unos días para algunos contaminantes orgánicos y varios miles de años para ciertas sustancias radiactivas.

Contaminación del agua

En cuanto al agua, lo dicho hasta ahora también es útil, pero como el agua disuelve casi todo, a menudo hay más contaminantes en el agua que en ningún otro lugar.

En general, las vías antrópicas de contaminación del agua (es decir, las provocadas por la acción humana) se agrupan en tres grupos (ver figura 1). Por un lado, la contaminación por actividades agrarias, por otro, la industrial y, por último, la contaminación urbana. A nivel local, una u otra (o en algunos casos varias) tendrá mayor importancia y, por tanto, las características del agua serán diferentes.

Agricultura

La contaminación provocada por las actividades agrícolas, en lo que se refiere a fertilizantes y pesticidas, es difusa, es decir, no presenta puntos de vertido concretos.

Cuando se fertilizan excesivamente las tierras de cultivo, el abono, sobre todo nitrato y fosfato, que no es absorbido por las plantas y que no es retenido por la tierra, es llevado poco a poco por el agua y finalmente llega a los cauces, tanto superficiales como subterráneos. Si el abonado se realiza por aire, llegarán directamente a los cauces superficiales. Cuando los nitratos y, sobre todo, los fosfatos llegan al agua, el agua también se "abona". Por ello, las algas crecen más y, al menos teóricamente, se alimentan de ellas (tanto invertebrados como vertebrados). Pero esto, al final, provoca un aumento del consumo de oxígeno y si el agua tiene déficit de oxígeno, muchos de sus animales morirán y disminuirá la diversidad de especies (sólo permanecerán los más tolerantes a la escasez de oxígeno). El problema es mayor si las aguas están calientes. Este proceso se denomina eutrofización (en realidad las aguas suelen estar más eutrofizadas al final de los cauces). Además, a la eutrofización hay que añadir la influencia de pesticidas, cuyos efectos dependen de sus características químicas. II. Tras la Guerra Mundial se impuso el uso de pesticidas orgánicos sintéticos (los anteriores eran arsénico, mercurio, cobre y plomo). Entre ellos se encuentran los hidrocarburos clorados, como el DDT, aldrín, dialdrina, heptacloro, lindano, endrina y toxafeno. Todos estos productos son difícilmente degradables, por lo que se acumulan en los seres vivos y la concentración aumenta a medida que aumenta la cadena trófica. Pueden ser mortales cuando la concentración es muy elevada, pero antes de llegar a ello se producen problemas de crecimiento, desarrollo y fecundidad (malformaciones, esterilidad, caparazones de huevo frágiles en las aves...). En los últimos años se han sustituido por compuestos organofosfóricos como malation y diazinon y pesticidas de carbamato como carbofurano y oxamila. Los primeros se degradan muy rápidamente y teóricamente deberían causar menos daño; los segundos son muy solubles en agua y poco retenidos al suelo. Sin embargo, si ambos llegan a los cauces antes de degradarse (por ejemplo, por lluvias intensas), pueden causar un daño importante, ya que son muy tóxicos.

Sin embargo, en el caso de las actividades agrícolas realizadas en determinados viveros y edificios, el punto de vertido suele ser preciso y, en este sentido, pueden ser analizados como actividades industriales. La contaminación orgánica (causante de la eutrofización) y los productos químicos utilizados en tratamientos, limpiezas, etc.

Industria

A diferencia de la agricultura, la contaminación del agua producida por la industria se produce en determinados puntos de vertido, lo que facilita la adopción de medidas. Sin embargo, el tipo de actividad industrial es muy variado y por ello la contaminación que pueden generar o generar los distintos sectores es diferente (ver ). Los problemas más persistentes son los producidos por las sustancias que permanecen más tiempo sin degradarse en el medio ambiente, como los metales pesados (que provocan malformaciones, problemas de desarrollo...) y los PCB o bifelinos policlorados (relacionados con el cáncer y otros problemas de desarrollo). Los productos químicos también provocan la muerte súbita de la fauna y la flora. Además, la industria puede provocar eutrofización.

Por último, existe la denominada contaminación térmica, es decir, el calentamiento del agua, habitualmente utilizada en los sistemas de refrigeración. Esto transforma las comunidades de seres vivos acuáticos y desaparecen las especies que más oxígeno necesitan.

Ciudades

La contaminación en las ciudades también se realiza desde determinados puntos de vertido, aunque puede considerarse de dos orígenes. Por un lado, es el que se genera en las cocinas y aseos de los hogares, siendo sus principales componentes la materia orgánica, los microbios, los jabones y los aceites. Las tres primeras tienen como principal consecuencia la eutrofización. Por otro lado, las aguas de lluvia son una contaminación acumulada en tejados, carreteras, aparcamientos, etc. que puede causar un problema mayor que los anteriores. Los componentes son aceites industriales, ciertos líquidos vertidos de los vehículos, metales pesados desprendidos de los tubos de escape, etc.

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