La Tierra es un “planeta azul” en el que predomina el agua. Sin embargo, la mayor parte del agua que hay en la Tierra se encuentra en el mar (94% del total). Para beber, regar, etc. utilizamos agua dulce. Alrededor del 75% del agua dulce que utilizamos en el mundo es utilizada por la agricultura, mientras que el resto se utiliza para beber, lavar e industria.
En la parte de la Tierra en la que vivimos, en el País Vasco, afortunadamente no hay falta de agua en general (recordad que en los pueblos y ciudades todos hemos conocido y sufrido las restricciones de agua), está claro que el agua se está convirtiendo en un bien cada vez más escaso y cada vez más valioso, lo que podemos apreciar en la factura del agua. De cara al futuro, además de escasa, y por tanto cada vez más cara.
Por ello, deberíamos actuar como en otros productos como la basura. Los tres pilares tan conocidos en materia de residuos, la reducción, la reutilización y el reciclaje, también son válidos en materia de aguas. Aunque el tema de este artículo no es la reutilización y el reciclaje del agua, no hay que olvidar los ensayos que se están llevando a cabo en algunos lugares de Europa (Alemania, Suecia) para la reutilización del agua.
Por ejemplo, en el restaurante de la Caja de Ahorros de Fráncfort, el agua que se vierte por los fregaderos es conducida a un depósito para su posterior utilización en los baños. En el aeropuerto de la misma ciudad se utiliza para recoger el agua de lluvia y limpiar los baños. Y es que es un lujo el agua que se ha depurado para poder beber, luego la caca, la orina, los papeles, etc. utilizar para arrastrar.
Sin embargo, aunque este tipo de sesiones se van a ver cada vez más a menudo, el tema de este artículo es mostrar una forma de reducir el consumo de agua en hogares y ciudades. Los consejos de la administración y las autoridades para reducir el consumo de agua en su propio hogar sólo se tienen en cuenta en caso de sequía, ya que cuando la sequía desaparece la olvidamos. Existen en el mercado diferentes dispositivos que permiten reducir el consumo de agua. No son muy nuevos, ni complicados, ni costosos, y muy eficaces.
Sin embargo, lamentablemente todavía los conocemos y los utilizamos poco. Aunque no sea por la conciencia ecológica, también es debido a que sirven para ahorrar dinero. En este artículo se muestran algunos dispositivos de la marca RST, especializada en sistemas de ahorro de agua, que no es la única marca de ahorro existente en el mercado.
Este sencillo sistema se instalará en el depósito de agua del baño. En la mayoría de los inodoros, tirando del mango, la válvula interna del depósito se abre y no se cierra hasta que sale todo el agua. Así, por ejemplo, para llevar 200 ml de orina se utilizan 8, 10 o 12 litros de agua. Aunque la mayoría de los tanques se desagüan por completo, en la actualidad existen en el mercado otros sistemas de tanques que permiten ahorrar agua. En ellos, una vez pulsado, el tanque comienza a vaciarse, por segunda vez se pulsa y se cierra la válvula. Pero este sistema tiene un pequeño problema: hay que saber que existe y utilizarlo (hay que pulsar dos veces). Otro “sistema” es introducir un ladrillo u otro tipo en el depósito, de volumen, para que entre menos agua en el tanque, pero no será una solución para muchos.
El RST dispone de un sistema muy sencillo: consiste en colocar dos pesos a la válvula del tanque (dos cilindros de acero inoxidable) mediante unas uniones diseñadas al efecto, de forma que se tira de la maneta y el depósito comienza a desaguarse, y al soltar el mango, debido al peso de los cilindros de acero, la válvula se cerrará antes (3 litros de agua del inodoro y 8 o 10 litros que entran en el depósito). Tiene dos ventajas respecto al tanque normal: reducir el caudal de agua y reducir el ruido (lo que supone una gran comodidad, sobre todo por la noche: para llenar el tanque normal, y en función de la presión, se tarda 50/60 segundos, pero con el ahorrador sólo se necesitan 10/20 segundos).
Este pequeño ahorrador se coloca en el extremo del grifo de los fregaderos y lavabos. Los apartados del sistema son:
La estructura principal y el soporte de los elementos es un cilindro interior de latón cromado, roscado para poder amarrarlo al grifo. En el interior hay cuatro elementos coaxiales: el primero (en la dirección del agua) es el filtro interior, seguido de la membrana de propileno, el difusor y el filtro exterior. El filtro interior es una red de muy pequeño ojo (0,25 mm). El agua cruza el filtro y se encuentra con la membrana de propileno, con una pequeña medianera para avanzar.
En este paso se producen dos efectos: por un lado, al obligar al agua a pasar por la medianera se reduce el caudal de agua; por otro, el agua que no entra a la medianera choca contra la membrana y se desplaza hacia atrás haciendo una bomba. Como consecuencia, se genera una turbulencia en el tramo entre el filtro interior y la membrana, que libera y mueve continuamente las basuras que han quedado atrapadas por el agua en una rejilla de 0,25 mm. De esta forma se evita el cierre de la red de suciedad.
El agua que ha pasado por la medianera debe continuar por los diminutos orificios del difusor. En consecuencia, el agua toma una gran velocidad y se microniza, es decir, se “rompe” en tgotitas de pocos micrómetros (1 micrómetro = 0,001 milímetros). Saliendo del difusor, se dirige a toda velocidad hacia el filtro exterior, pero en ese intervalo se mezcla con el aire, ya que entre el cilindro de latón y los filtros hay ranuras para coger aire. Recibe el aire de estas grietas, es decir, el agua en movimiento atrae el aire exterior (un líquido de alta velocidad genera depresión a su alrededor, por lo que "absorbe" el aire circundante).
Una vez salga del difusor y mezclado con el aire, el agua debe atravesar el filtro exterior antes de ser expulsado. El filtro exterior está formado por tres mallas cóncavas de acero inoxidable y ojos grandes (1,25 mm). Las redes no se tocan entre sí para que la cal no se acumule, ya que gracias a esta estructura, una vez cerrado el grifo se vierte la última gota y la cal no se acumula en el filtro (la cal se acumula en los filtros al evaporar el agua que queda en el filtro al cerrar el grifo).
Mediante la micronización del agua y la mezcla con el aire se consigue mantener la “calidad” del chorro de agua con mucha menor cantidad de agua, es decir, al colocar el ahorrador y abrir el grifo no da lugar a que salga menos agua o que tenga menos fuerza, pero, por ejemplo, nos daremos cuenta de que se tarda más en llenar un recipiente o fregadero.
Su funcionamiento es similar al del extremo grifo. A la salida del agua hay una pieza cónica por la que se reduce el caudal de agua. A continuación se encuentra el difusor con 3, 4 o 12 orificios. Al pasar por el cono y el difusor el agua se acelera y se microniza. Además, entre el difusor y el cono se genera una turbulencia que impide la adhesión de la cal. A partir del difusor, el agua absorbe el aire circundante y lo expulsa mezclado con el aire, manteniendo la calidad del chorro de agua.
El ahorro de agua es fácil de saber y cada uno puede hacer la prueba. Primero se toma el tiempo (d1) necesario para que el grifo llene la pila (o recipiente) y después se coloca el ahorrador y se realiza la misma prueba (d2). Así, para calcular el porcentaje de agua que se ahorra basta con utilizar la siguiente fórmula:
porcentaje de agua ahorrada =
= 100 - 100(d1/d2).
No obstante, existen pruebas oficiales realizadas por los técnicos. En el cuadro siguiente se muestran los datos de la prueba oficial realizada en 1995 por el Departamento de Industria y Energía de la Generalitat de Cataluña (número de expediente: 95009807). Está claro que a pesar de la baja presión de agua se ahorra más del 50% en el ahorrador de grifo y más del 37% en el ahorrador de ducha. Cuanto mayor es la presión, mayor es el ahorro (ten en cuenta que hay grandes variaciones en la presión del agua de un pueblo a otro o de un barrio a otro o en el mismo edificio de la primera a la última planta).
Cuando se utiliza agua fría, al ahorrar el ahorro de agua, la diferencia se notará en la factura del agua, pero si el agua utilizada es caliente también se ahorrará energía, es decir, la diferencia se notará en la factura del agua y en la de la energía (tanto electricidad como gas). El ahorro económico no es predecible, ya que depende de la forma en que se utiliza el agua en cada lugar, pero está claro que cuanto mayor sea el uso del agua mayor será el ahorro y antes se recuperará el coste del ahorro.
En el cuadro adjunto se muestra un ejemplo práctico. No obstante, y para hacer una idea general, es preciso saber que la inversión a realizar en una vivienda normal (un ahorrador de ducha, dos economizadores de grifos, uno para fregadero y otro para el lavabo), es inferior a 15.000 pesetas (600 libras) y la inversión se amortiza como máximo en un año.
La tecnología de ahorro de agua (y con ella energía) está ahí, es económica, eficiente y sin coste de instalación. Además, no se puede decir que sea nuevo. Entonces, ¿por qué se utiliza tan poco? No sabemos. Quizá habría que hacer una campaña promocional desde la administración, como se hizo con las bombillas de bajo consumo, pero sin esperar a ello, ¿por qué no probar en tu casa, en tu bar, en tu escuela, en tu oficina o en tu taller?
Para más información sobre sistemas de ahorro de agua llamar al teléfono 943 33 33 03.
AHORRO DE AGUA EN CIFRAS (datos del Departamento de Industria y Energía de la Generalitat).
Ahorro grifo RST
Presión (kg/cm2) | 0,6% | 0,95 | 1,35 | 1,85 | 2,35 | 2,9 | 3,55 | 4,25 | Servicios |
Caudal sin ahorrador (l/min) | Otros | Servicios | Descripción | Servicios | Seguridad | Otros | Servicios | Servicios | 24 horas |
Caudal con ahorrador (l/min) | 3,66% | 4,58% | Resultados | 6,39 € | 7,08 | 7,83 | 8,66% | 9,5 | 10,2 |
Ahorro de agua (%) | 54,2% | 54,2% | 54,2% | 54,8% | 55,7% | 56,5% | 56,7% | 56,8% | 57,3% |
Ahorro ducha RST
Presión (kg/cm2) | 0,55 | 0,8% | Evolución | Más información | 1,9 | 2,25 | 2,7 | 3,1 | 3,55 |
Caudal sin ahorrador (l/min) | Otros | Servicios | Descripción | Servicios | Seguridad | Otros | Servicios | Servicios | 24 horas |
Caudal con ahorrador (l/min) | Servicios | 6,08 | 7,08 | 8,25 | 9,41 | 10,3 | Resultados | 11,8 | 12,8 |
Ahorro de agua (%) | 37,5% | 39,2% | 41% | 41,1% | 41,2% | 42,6% | 45% | 46,2% | 46,5% |
Un ejemplo de ahorro económico (anual y por persona)
Ducha | Lavabo y fregadero | Desagües del cisterna | Total | |
Uso diario por persona | 5 minutos | 3 minutos (1) | 6 veces | |
Consumo de agua | 16 litros/minuto | 8 litros/minuto | 10 litros por descarga | |
Consumo diario | 80 litros | 24 litros | 60 litros | 164 litros |
Consumo anual | 29,2 m 3 | 8,76 m 3 | 21,9 m 3 | 59,86 m 3 |
Energía para calentar el agua (2) | 876 kWh | 262,8 kWh | 0 kWh | 1138,8 kWh |
Coste del agua (3) | 1.898 ptas. | 569 ptas. | 1.424 pts. | 3.891 pts. |
Coste de energía (3) | 14.892 pts. | 4.468 pts. | 0 ptas. | 19.360 ptas. |
Coste agua y energía | 16.790 ptas. | 5.037 pesetas. | 1.424 pts. | 23.251 pts. |
Ahorro de agua y energía (4, 5) | 782 + 6.135 = 6.917 ptas. | 308 + 2.422 = 2.730 ptas. | 712 ptas. | 10.359 pts. |
(1) Los usos más comunes son la hulla en fregadero (con agua caliente) y el lavado de manos y dientes en lavabo (con agua fría). Para no complicar demasiado el cálculo, se ha considerado que todo se hace con agua caliente, pero asignado un poco menos de lo que correspondería a la suma de lavabo y fregadero.
(2) El calentamiento de 1 m 3 de agua hasta la temperatura de la ducha (50-60ºC) requiere aproximadamente 30 kWh de energía eléctrica.
(3) Suponiendo que se utiliza energía eléctrica para calentar el agua. Si se utiliza gas (butano o gas natural), el coste de agua caliente es menor. 1 m 3 de coste de agua (IVA incluido) (hay grandes diferencias entre municipio y municipio, para el ejemplo se ha tomado el coste de Donostia): 65 ptas. 1 kWh coste energía eléctrica (IVA incluido): 17 ptas.
(4) El ahorro de ducha es del 41,2% (correspondiente a un caudal de 16 litros por minuto). El ahorro de grifo supone un 54,2% (un caudal de 8 litros por minuto). El ahorro de la cisterna del inodoro supone en torno al 50%.
(5) Tener en cuenta que el coste es por persona. Por tanto, si se quiere calcular el ahorro por vivienda, se debe multiplicar por el número de personas que utilizan estas instalaciones de agua.
* orientativo.