“Txiiiit”!! Escuchar el ruido del transporte y descubrir que una sombra azul pasa por el río ha sido todo uno. Sin embargo, hasta que nos hemos perdido en la curva, hemos podido comprobar que era un pájaro raro que volaba muy rápido, muy cerca de la superficie del agua, y que iba muy recto. Un poco más adelante, hemos vuelto a encontrarlo en una rama de sauce y durante unos minutos ha estado parado mirando al agua. Sin embargo, con los prismáticos mirando su vestimenta brillante, el tiempo se nos ha hecho muy corto. De repente, como un rayo se ha lanzado boca abajo al agua y nos ha sorprendido cuando un pececito ha salido agarrado al pico.
Al igual que los pájaros de colores llamativos y vivos en la zona tropical son abundantes y propios, son escasos en latitudes. Martín pescador ( Alcedo atthis ) es uno de estos pocos plumajes fascinantes y, por supuesto, miembro de una familia tropical. Esta singular ave, clasificada en la familia Alcedinidae, es la única representante de Europa, pero en todo el mundo, y sobre todo en África, se han clasificado alrededor de 90 especies. Tiene una longitud aproximada de 16 cm y un bonito pájaro de 30 a 44 gramos de peso. Es inconfundible: tiene aspecto rechoncho, cuello corto, cabeza grande, y un pico negro de tamaño excepcional. Este es el incomparable pivote que utiliza para capturar peces. Las alas, la cola y las patas son también cortas y en estas últimas tienen los dedos unidos de dos en dos hacia delante y hacia atrás.
En cuanto a la coloración, hay que decir que es impresionante: plumaje azul verde de brillantes destellos en la parte dorsal, subcaras pardo-rojizas, cabeza azul adornada con líneas blancas, patas rojas... en una sola palabra, perfecto. La descripción realizada sirve tanto para el macho como para la hembra y los jóvenes, si bien tienen un pico más corto y un plumaje de menor contraste, son similares.
Al igual que otros muchos, el “rayo azul” aparece totalmente unido a los humedales. Al ser un tanto terrible, sube o baja el río nada más detectar el peligro, pero sin alejarse del agua. Los ríos que más le gustan son los de aguas limpias y relativamente tranquilas, y en menor medida los lagos, charcas y charcas. Debido a la conveniencia de disponer de aguas relativamente tranquilas para el tipo de pesca que realiza, suele aparecer más en los cauces medios y bajos que en la cuenca alta de los ríos. Por otro lado, y al acecho, la pieza busca agua transparente para poder verla bien. Y es que en aguas sucias, a pesar de que en la superficie del agua se haya detectado alguna pieza de caza, no es posible ver lo que está debajo, por lo que se corre el riesgo de golpearse con el fondo.
Como su nombre indica, nuestra profesión de Martín es la pesca, con gran habilidad en esta actividad. Parado en el aire por una rama o un carrizal en una gran calma o agitando las alas a toda velocidad, se mira al agua para detectar pequeños peces. Y tras ver la pieza, se disfraza con un golpe de flecha. Su dieta se basa en peces de entre 5 y 10 cm de cualquier especie y también consume insectos acuáticos, moluscos y renacuajos.
Como pescador conocido, y sabiendo que la clave del problema está en las malas acciones humanas, en algunos lugares la gente le ha acusado de escasez de trucha. Incluso en algunas piscifactorías temen a este pájaro, ya que puede aprender a visitar estos exquisitos comederos y a pesar de que apenas hace daño por comer unos alevines, puede asustar y estresar a los peces. Por ello, en algunas zonas se cubren las piscifactorías con redes.
Aunque normalmente son bastante solitarios, hacia abril se juntan por parejas y se preparan para el nido. El nido se construye en taludes de tierra de ribera y si el entorno no ofrece esta condición no se acondicionan en él. El macho y la hembra juntos durante varios días abren un túnel de entre 40 y 100 cm. Para perforar el suelo utilizan el pico y luego lo sacan con las piernas hacia atrás. El interior del hueco termina en un ancho de 15 a 20 cm de diámetro y, aunque no nidifican, con el paso del tiempo van acumulando restos de pez hueso, escamas y otros.
Los 6-7 huevos colocados por la hembra son de rollos blancos y 23x19 mm. Tras unos 20 días de incubación, nacen las crías y en el nido pasan tres o cuatro semanas hasta completar el plumaje y dejar el campo. Normalmente sacarán un segundo chitazo al año y a veces un tercero. La tasa de reproducción de esta especie es, por tanto, elevada, pero los inviernos fríos parecen provocar una mortalidad alta en las poblaciones de esta especie.
El martín pescador es una especie ampliamente extendida. En Europa, desde el sur de Suecia hasta el Mediterráneo, y en el mapa de distribución de Euskal Herria, hemos puesto que puede aparecer en todo el territorio. En realidad es así, desde los 1.000 metros hasta el nivel del mar, pero parece que en los últimos años ha sufrido un retroceso importante. Desgraciadamente, todavía muchos ríos de la vertiente atlántica están contaminados y los que están bastante limpios, en la mayoría de los casos, son cursos altos.
Sin embargo, la escasez de taludes de tierra para nidificar, además de ser una corriente intensa, hace que estos arroyos no sean los hábitats más adecuados para nuestros Martín. En lo que respecta a la vertiente mediterránea, hay que decir que también se nos muestra insuficiente. Seguramente, las canalizaciones, encauzamientos fluviales, contaminación o cortas de vegetación de los últimos años le han resultado muy dañinas y, aunque está protegida, todavía hay quien mata este tesoro.
Como hemos dicho, el invierno es un duro enemigo de este animal. En el norte de Europa, cuando los ríos se helan no pueden pescar, por lo que se ven obligados a migrar hacia el sur. Esa es precisamente la razón por la que, a partir de julio, los Martín pescadores de la mitad y sur de Europa se asocian al norte y, como podemos observar en cualquier zona húmeda, fluvial o costera, este ave es más abundante de lo que realmente es. Sin embargo, desgraciadamente y como hemos dicho, es algo raro.
Especie: Alcedo atthis Familia: cimentados Orden: coraciformes Clase: aves |