En 1980 varios grupos de ecologistas arrandaron el collado de Organbidexka para hacer cuenta-palomas y "sueltar" un collado en el camino de las palomas. Por lo tanto, el paloma torcaz cobró gran importancia, ya que hasta entonces no se arrastraba por el hayedo. En realidad, al margen de las investigaciones de Barriety, no había nada.
Los cazadores se asustaron porque consideraban que los resultados de estos relatos se utilizarían para restringir o prohibir la caza de la paloma, especialmente la contrapasa. Por lo tanto, la federación de cazadores del departamento del Pirineo Atlántico también comenzó a contar palomas en Irati, un poco más arriba que los ecologistas. Además, colaboraron las federaciones de caza de otros departamentos de Aquitania, lo que dio lugar a la mayor investigación sobre la paloma torcaz.
A pesar de que los relatos fueron realizados por dos grupos diferentes, ambos obtuvieron resultados similares.
Pero los resultados son sólo los de las palomas que pasan en Irati. ¿Y en qué consisten el resto de las poblaciones europeas? ¿O al menos las poblaciones que migran? Es decir, ¿quiere decir que el descenso observado en Irati durante 15 años está disminuyendo el resto de las poblaciones? No se puede dar respuesta a esta pregunta, al menos en Portugal y en el sur de España, viendo que en invierno las palomas son "miles", aunque se cree que su número también está disminuyendo. En Francia cada vez hay más palomas de haya que pasar el invierno, en las zonas de maíz, y eso no lo ha podido demostrar.
Con todas estas dudas, en 1998 se decidió realizar relatos en los lugares de invierno, es decir, en el suroeste francés, en España en los alrededores de Cáceres y Badajoz y en el sur de Portugal. Estos relatos se realizarán en enero del año 2000.
En el mismo tiempo se han realizado estudios para establecer un método ágil y preciso para el seguimiento de las poblaciones migratorias. Por el momento, se ha comenzado a medir el número de jóvenes para conocer la dinámica de las poblaciones y, por tanto, valorar si la población se compone de palomas de edad. Pero para ello, primero había que preparar un método para separar las palomas del resto del año.
Métodos para conocer la edad
A pesar de ser un ave tan cazable, no había métodos fiables para conocer la edad. Por ello, se han iniciado estudios para aprovechar las aletas para saber la edad, ya que el cambio de plumaje es fácil de seguir en las jaulas en las palomas de semilla y después, los cazadores las aplican con palomas de muerte sin deteriorar las aves. En 1999, Frémaux ha publicado su tesis en colaboración con los cazadores de Aquitania. En él se explica el método para conocer la edad de las palomas del año, siguiendo la renovación de las mismas, concretamente la renovación de los primeros lúmenes de remo y estal-lumen.
Dentro del mismo estudio, en octubre de 1998, en Aquitania, se realizó un ensayo de este método con diferentes formas de hacerlo: aire, paso y redes. En los tres casos, el 70% de las pagausas eran jóvenes. Pero Frémaux ha querido ensayar otro método, más fiable en árido, ya que con el método de los lúmenes, los jóvenes nacidos tempranamente en forma se implantan en el grupo de mayores. Para ello, ha analizado el grado de endurecimiento del cráneo, ya que los jóvenes del año tienen una parte de su cráneo blando, mientras que los mayores lo hacen muy duro. Así, las palomas creadas por la mañana se implantan en el grupo juvenil. Con este segundo método, ha descubierto que el 90% son jóvenes de año3.
Sobre el futuro
Durante la temporada de caza de 1999 será necesario volver a probar el método del cráneo. Si se observa que es fiable y se confirma que el 90% son jóvenes, surgen varias preguntas:
En el mismo tiempo, la Facultad de Lisboa avanza las investigaciones para conocer y diferenciar distintas poblaciones a través del ADN y posteriormente, a nivel europeo, conocer y medir los problemas de cada población.
El relato de Irati sigue adelante y este año también habrá grupos para contar palomas en Banka y Sara. De esta forma se podrá comprobar si la migración pasa o no a las cervicales occidentales.
Todavía queda mucho por explicar, y tal vez ese ave retenga durante mucho tiempo una parte de misterio. Aunque estas investigaciones no responden a todas las preguntas, creo que gracias a ello el mundo de la caza está descubriendo que el futuro de la tormenta no está asegurado.