Según los últimos estudios realizados en los países desarrollados, la mitad de las mujeres mayores de 45 años y un tercio de los hombres han sufrido alguna fractura de osteoporosis. Y la mayoría de las encuestas afirman que el 90% de las mujeres de 40 o más años en España, a pesar de estar informadas de la enfermedad, más de la mitad lo hacen como consecuencia fundamental del proceso de envejecimiento. Los ejercicios y demás medidas que pueden llevarse a cabo para evitar su aparición no se toman en su momento. Por lo tanto, en este caso también trataremos en esta ocasión los diferentes aspectos de este gran problema de salud que nos interesa a todos.
Una encuesta revela que entre el 30% y el 50% de los pacientes que con frecuencia llegan al médico (normalmente al traumatólogo, ya que los reumatólogos no son muy fáciles de atrapar) con síntomas como el reuma, están afectados por osteoporosis. Desde este punto de vista se plantean una serie de preguntas para dar respuesta al ciudadano medio y a algunas de ellas en este artículo.
¿Es más frecuente entre las mujeres que otras patologías reumáticas?
Sí, es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, como ocurre con la artritis reumatoide.
¿Cuál es el efecto de la herencia?
La aparición de la osteoporosis está influenciada por factores como la menopausia, la falta de ejercicio físico, la escasez de productos o alimentos que contienen calcio, etc. La herencia, por su parte, tiene una gran influencia y algunos expertos consideran que el peso de la predisposición genética es de hasta el 60%.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
Como se puede definir la osteoporosis como una disminución de la masa ósea, la única forma de diagnosticarla es mediante técnicas de densitometría, es decir, medir la densidad del hueso. Para ello existen diversas técnicas, rayos X, ultrasonidos, etc. utilizando.
¿Puede llegar a ser una persona inútil?
En algunos casos sí. Depende de las fracturas que sufra la persona, de su ubicación y de las posibilidades de tratarlas. Pero siempre afectará más o menos a la calidad de vida del paciente.
Algunos tienen dolor. ¿Cómo evitarlo?
La osteoporosis no duele por sí misma. Pero las fracturas óseas que se pueden producir por la enfermedad sí que producen dolor. Evitar roturas es evitar el dolor.
La persona osteoporótica, ¿tendrá otro tipo de reuma?
No necesariamente, pero puede ocurrir que tenga algún otro trastorno del aparato locomotor (es decir, huesos, articulaciones, etc.), independientemente de la osteoporosis previa.
¿Se puede asociar a otras enfermedades?
Sí, claro. La osteoporosis suele ser una complicación frecuente de artritis reumatoide, lupus estematoso, ciertas afecciones hepáticas, enfermedades endocrinas, etc. A veces puede deberse a tratamientos prolongados e incontrolados con cortisona.
¿Qué es este tratamiento con calcitonina?
La osteoporosis se debe a la inhibición de las células productoras del hueso (osteoblastos) o a que las que disminuyen el hueso (osteoclastos) tienen su actividad incrementada.
La calcitonina actúa sobre la acción de los osteoclastos, inhibiendo estas células, pero sin afectar a las células de obtención ósea. La calcitonina es eficaz en todos los tipos de osteoporosis y no presenta contraindicaciones, salvo que su precio sea caro.
Por otro lado, a medida que la menopausia se va acercando, la osteoporosis cobra especial importancia en la vida de la mujer. Los cambios hormonales que se producen en esta época aceleran el proceso de desmineralización ósea. La osteoporosis es un proceso que se produce en el interior del hueso, debido a que la fisiología del hueso se ha desequilibrado (disminuye o destruye más el hueso que lo produce). Las hormonas son importantes pero no imprescindibles en este proceso.
El volumen del hueso aumenta entre los 30-35 años y comienza a reducirse a partir del 35 (antes de la menopausia). Por tanto, la prevención no debería empezar en la menopausia, sino desde la infancia, fomentando hábitos de vida saludables.
Qué es la terapia hormonal sustitutiva (O.T.H. )
En la menopausia, y a partir de ahí, se trata de aplicar a la mujer hormonas que ya no se producen, O.T.H. Para que sigan teniendo los efectos beneficiosos que estas hormonas consiguen por sí mismas en el tratamiento que se realiza. El reto actual es aumentar los beneficios de este tratamiento y reducir los riesgos.
¿Es adecuado para todas las mujeres?
Es necesario particularizar cada caso ya que en todos los pacientes los síntomas no aparecen de la misma manera. Más que suministrar hormonas, se trata de recomendar un modelo completo de calidad de vida, midiendo bien las dosis.
¿Requiere estudio adicional?
I.T.H. Inicial la mujer que lo está recibiendo debería solicitar una revisión básica (citología, colposcopia, ecografía, analítica, niveles hormonales, mamografía e incluso densitometría ósea). Tras la puesta en marcha del tratamiento se realizará un control a los 6 meses y a partir de ahí un control anual. El resto de pruebas complementarias serán prescritas por el médico una vez observada la evolución del paciente.
¿Qué beneficios tiene este atraque?
Cuando la terapia hormonal sustitutiva es conveniente, produce alteraciones como los trastornos neurobegetativos (itobeharras, sudoración, dolores de cabeza, pulsaciones cardiacas, insomnio), psicológicos (nerviosismo, disminución de la libido, falta de autoestima, etc. ), correspondientes al aparato urinario, o también genital. El tratamiento refuerza la elasticidad de la piel.
Sin embargo, las principales consecuencias de la osteoporosis se observan en la consulta del traumatólogo. Como el hueso pierde masa, se vuelven más frágiles y se rompen por cualquier causa. Debido a la edad y a las condiciones especiales que presentan estas personas, las fracturas que suelen aparecer por osteoporosis requieren frecuentes e intensos ingresos hospitalarios (principalmente de cadera), personas que perderán gran autonomía. Por eso la prevención también es muy importante.
¿Dónde se producen habitualmente fracturas por osteoporosis?
Las fracturas de muñeca suelen producirse en mujeres de unos 55 años. Otra de las zonas más afectadas por la osteoporosis es la columna vertebral hacia los 65 años. En muchos casos las pequeñas fracturas de columna no son dolorosas, por lo que en muchas ocasiones los pacientes ni siquiera se dan cuenta y se quedan sin tratamiento. Sin embargo, la fractura más grave, la de cadera, se produce hacia los 75 años.
¿Estas fracturas son graves?
En caso de fractura ósea, señal de osteoporosis ya consolidada. Además, hay que tener en cuenta la edad de estas personas, por lo que tardarán más en recuperarse. Dependiendo de la densidad ósea, los tratamientos quirúrgicos pueden ser muy eficaces, pero no hay que olvidar que en los casos en los que la fractura requiera una larga inmovilización, esto supone una atrofia muscular que empeora aún más la movilidad.
¿Es posible prevenir fracturas?
Se debe realizar un diagnóstico precoz con las personas en riesgo de osteoporosis para mantener el progreso de la enfermedad y evitar roturas.
¿Existe un estilo de vida más saludable?
Son varios los factores que aumentan el riesgo de caídas y fracturas en personas afectadas por la osteoporosis. Se pueden citar los defectos sensoriales (pérdida de visión, oído o sensación de equilibrio), que también se incrementan por la edad, los obstáculos que suelen encontrar en la vida cotidiana (escaleras mecánicas, suelos resbaladizos, aceras en mal estado, puertas giratorias, …), así como los zapatos inadecuados para un determinado suelo y para la edad del usuario (suelas finas y lisas, ni tacones…).
¿Tiene relación la postura o el sedentarismo con las fracturas?
Las posturas no tanto, pero el sedentarismo sí (hasta el punto de ser uno de los principales factores de riesgo de la osteoporosis y de las fracturas). Diversos estudios demuestran que cuando las mujeres post-menopáusicas realizan ejercicios adecuados a menudo pierden menos masa ósea. Fumar (uno o varios paquetes al día), el consumo excesivo de alcohol o de cafeína también es un factor negativo.
¿Es obligatorio hacer ejercicio?
Es muy recomendable. El mejor remedio del osteoporótico es el ejercicio, que ayuda a fijar el calcio en el hueso y permite prevenir la pérdida de masa ósea.
¿Cualquier ejercicio físico es adecuado?
No todos. En primer lugar, hay que tener en cuenta la edad y las características de la persona que va a realizar el ejercicio: no se podrá recomendar lo mismo a personas mayores, con sobrepeso, con algún problema cardiovascular, con niveles limitados de movilidad, etc.
¿Y la gimnasia pasiva o los masajes?
Siempre con el consentimiento del especialista y cuando se realicen de la mano de profesionales cualificados, no deberían causar ningún problema, sobre todo en personas con movilidad reducida.
¿Hay medicamentos para evitar roturas?
Sí, pero siempre será especialista quien elija el medicamento adecuado en cada caso. Precisamente para evitar las fracturas extra-vertebrales en mujeres de edad avanzada, se han publicado estudios que demuestran la eficacia del calcio y la administración de vitamina D3 ante fallos nutricionales. Estudios realizados con el medicamento Alendronato demuestran también que la masa ósea aumenta y que el riesgo de fracturas disminuye considerablemente. Este es el tratamiento más adecuado por el momento para la mujer post-menopáusica cuando la osteoporosis ha avanzado.
Comer no sólo es necesario para vivir. Comer bien es la mejor manera de mantener el estado general de nuestro cuerpo y la salud.
¿Se puede prevenir la osteoporosis con la dieta?
Sí, pero actuando a lo largo de toda la vida (en la infancia, la pubertad, después de la menopausia e incluso en la vejez), con la alimentación adecuada y otras recomendaciones. No es posible curar la enfermedad (osteoporosis) sólo con la alimentación.
¿Qué alimentos son importantes por su contenido en calcio?
Son muchos los alimentos que pueden dar calcio a nuestro cuerpo, tanto de animales como de plantas. Pero sobre todo los lácteos son la principal fuente de calcio. La leche es imprescindible y en los derivados destaca el queso. Además, huevos (el mejor enteros), ostras crudas, harina de avena, pan blanco, trigo integral, col, espinacas, etc.
¿Cómo se absorbe el calcio en el cuerpo?
Se produce en el tubo digestivo por la vitamina D. Esta vitamina (y más concretamente la provitamina D3 o coleciciferol) se transforma en 1,25 dihidrocolecalciferol (principio activo) a través de una serie de reacciones consecutivas en el hígado y los riñones, causadas en la piel por rayos ultravioletas del sol.
¿A qué edad hay que empezar a tomar calcio?
Lo más importante es tener una masa ósea adecuada, que se produce entre la infancia y la pubertad. Después no nos queda más remedio que reducir la masa ósea o intentar frenar el proceso de osteoporosis.
¿Hay que tomar la misma cantidad a lo largo de toda la vida?
No. En la infancia es importante que la alimentación tenga una cantidad adecuada de calcio (2-3 vasos de leche al día) y en la pubertad también un litro. (1.200 mg). Las mujeres embarazadas y las mujeres lactantes deben aumentar su aporte de calcio en la dieta. Y tras la menopausia se recomienda una cantidad equivalente a 5 leches diarias forestales. Es recomendable añadir aditivos de vitamina D a partir de los 70 años.
Aditivos dietéticos, ¿sí o no?
Los aditivos, normalmente de calcio o vitamina D, sólo se administrarán cuando estas sustancias se encuentren por debajo de lo normal o se sospeche. Pero siempre, además de una alimentación equilibrada, se recomienda hacer ejercicio físico, tomar el sol con moderación, no fumar y tener mucho cuidado con el alcohol. El mecanismo por el que el tabaco y el alcohol facilitan la aparición de la osteoporosis todavía no se ha resuelto del todo. Con los datos aportados por las estadísticas, la más proclive a padecer osteoporosis es la mujer, la raza blanca o amarilla, la delgada y la corpulenta pequeña. Lleva una vida sedentaria, fumadora y que bebe demasiado café o alcohol. En una o más ocasiones de su vida su tamaño ha sido bajo en calcio.
Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares de la osteoporosis, la menopausia temprana, así como la menopausia espontánea o natural (los niveles de estrógenos disminuyen en la sangre), un período de inmovilización relativamente largo, anoréxico o bulímico (o su antecedente anterior), la artritis reumatoide o, por último, tener más de 75 años.