Objetivos

Nogeras, Itziar

Elhuyar Fundazioa

El ángulo de captación con la cámara en el punto fijo cambia por la longitud del foco. Esta imagen muestra la diferencia entre 50 mm, 135 mm y 28 mm. Su ángulo de captación es de 45º, 20º y 75º respectivamente.

Recordando lo señalado en el artículo 2 de esta Sección, “la distancia desde el punto nodal de la parte trasera del objetivo hasta el plano focal (en definitiva hasta la película) se denomina longitud focal y el campo visual del objetivo depende de la longitud focal”.

Si tenemos la posibilidad de cambiar el objetivo o la lente (como tenemos en las cámaras SLR), podremos elegir la zona que recibirá la cámara desde un punto concreto y el aspecto que tendrá la imagen en la imagen.

Además del objetivo normal o estándar de 50 mm de cámaras de 35 mm visto hasta el momento, disponemos de “grandes ángulos” de menor longitud focal y “teleobjetivos” de mayor foco.

El objetivo de 50 mm adopta un ángulo de 45º y tiene una perspectiva similar a la del ojo humano. Los grandes ángulos ocupan un espacio más amplio que los normales, pero reproducen los objetos más pequeños. Los teleobjetivos aumentan el tamaño del sujeto principal pero tienen un ángulo de captación más estrecho.

Basta con ver la imagen de al lado, con la cámara en un punto fijo, para darse cuenta de que la parte de la escena que toma cada tipo de objetivo en función de su ángulo de toma es diferente.

Cada una de estas tres fotografías está tomada con objetivos de diferentes longitudes focales (28, 50 y 135 mm) y cambiando la distancia al elemento principal (mochila) para mantener su tamaño. Todo ello ha modificado sustancialmente la perspectiva lineal: Sacados con un gran ángulo de 28 mm (el superior), con mayor sensación de profundidad, se ven los elementos de fondo alejados (y pequeños); con 50 mm (el medio) se ha perdido ligeramente y parece que los elementos de fondo están más cerca; al salir con un teleobjetivo de 135 mm (el inferior) el fondo parece estar muy cerca del primer plano. (I. Nogeras).

Además, el cambio de objetivo (y la distancia al sujeto) implica también un cambio de perspectiva lineal y de sensación de profundidad. Utilizando objetivos de foco corto cerca del sujeto principal, representa una profundidad mayor que el objetivo normal: reproduce los elementos de fondo mucho menor; las líneas y planos lo convergen claramente, aumentando la sensación de profundidad. Por el contrario, los objetivos de foco largo, colocando el sujeto principal más alejado del mismo tamaño, generan un efecto contrario (ver fotos de la mochila).

Sin embargo, lo que realmente influye en la perspectiva lineal es la distancia y no el cambio de objetivos. Si nos quedamos en el mismo lugar y sólo cambiamos los objetivos o las longitudes focales, las tres fotografías tendrían la misma perspectiva, cambiando sólo la parte de la escena que se había considerado al principio.

En cuanto a la profundidad de campo, cuanto menor sea la longitud del foco si las fotos salen de una determinada apertura y del mismo lugar, mayor será. Esto se debe, por un lado, a que esta apertura es menor en los objetivos más cortos (la apertura del f8 de 135 mm es 1/8 de 28 mm, p. ej. ), y por otro, con objetivos de menor foco, ya que, con mayor capacidad de refracción, los elementos del primer plano y del fondo se enfocan más cerca.

Objetivo normal o estándar

Su ángulo de captación es de 45º y es muy similar al del ojo humano.

El objetivo estándar viene determinado por el formato, que coincide aproximadamente con la diagonal del formato. Es decir, el formato de 35 mm tiene un objetivo estándar de 50 mm, pero el de 6x6, por ejemplo, tiene 80 mm.

Si bien entre los principiantes existe una tendencia a descartar este objetivo de forma inmediata, su longitud focal es muy adecuada para comprender los fundamentos de la técnica fotográfica.

Ambas fotografías están tomadas con un gran ángulo de 28 mm. Es adecuado para cuando queremos sacar una parte amplia de la escena. Podemos observar que los elementos de fondo aparecen lejos y por tanto más pequeños. En ellos la distorsión de la perspectiva no se aprecia tanto como en la página 44.
I. Nogeras

Es útil para fotografía de naturaleza, bodega, arquitectura, etc. También es adecuado para sacar los primeros planos, que enfoca hasta 50 cm. Es más útil si se le añaden elementos de aproximación como tubos de estiramiento o fuelle. Además, cuenta con grandes capacidades ópticas, cuyo diseño y estructura no es tan compleja como la de los demás y ha sido durante años un objetivo básico, por lo que los fabricantes han prestado especial atención a su perfeccionamiento.

Grandes ángulos

Son de menos de 40 mm de longitud focal y podemos decir que las más utilizadas son de 28 y 35 mm. Los de menos de 14 mm son grandes ángulos especiales y abarcan un campo muy amplio, por lo que suelen denominarse “peceras”.

Ambas fotografías están tomadas con un gran ángulo de 28 mm. Es adecuado para cuando queremos sacar una parte amplia de la escena. Podemos observar que los elementos de fondo aparecen lejos y por tanto más pequeños. En ellos la distorsión de la perspectiva no se aprecia tanto como en la página 44.
I. Nogeras

Permiten albergar una amplia parte de la escena, por lo que son aptas para interiores de pequeño espacio y para los que se desean acoger amplias vistas exteriores. Permite un gran acercamiento, aumentando drásticamente el primer plano (y distorsionándolo en ocasiones) y reduciendo y alejando los elementos del fondo.

En las desventajas hay distorsiones ópticas, aunque en ocasiones se aprovechan para dramatizar. Estas distorsiones se incrementan a medida que disminuye la longitud focal. Una de las ventajas es la capacidad de no notar el movimiento de la cámara a velocidades inferiores a las normales.

Teleobjetivos

Ambas son fotografías tomadas con un teleobjetivo de 210 mm. Cuando queremos hacer notar algo de la escena, es adecuado para acercarse a ella o para hacer una foto sin que el sujeto se dé cuenta. El fondo se ha quedado mucho más cerca del primer plano.
I. Nogeras

En un formato de 35 mm, desde 75 mm hasta 3000 mm, podemos decir que los más utilizados son entre 100 y 500 mm.

Sin acercarse, reduce la distancia entre sujeto y cámara.

Ideal para deportes, acciones, animales y fotografía de retrato, incluso cuando no hay posibilidad de acercarse y no queremos que el sujeto a fotografiar sea consciente.

Su ángulo de captación es estrecho y aumenta y aísla el primer plano, disminuyendo la sensación de profundidad.

Ambas son fotografías tomadas con un teleobjetivo de 210 mm. Cuando queremos hacer notar algo de la escena, es adecuado para acercarse a ella o para hacer una foto sin que el sujeto se dé cuenta. El fondo se ha quedado mucho más cerca del primer plano.
I. Nogeras

Si se trata de un teleobjetivo grande (de más de 200 mm), se recomienda el uso de un trípode o soporte robusto similar. Como norma, no es recomendable utilizar velocidades inferiores a la longitud del foco que estamos utilizando, como por ejemplo la de 135 mm, con velocidades inferiores a 1/125.

Además, no son muy luminosos. Cuanto mayores sean, menor es la abertura máxima, lo que dificulta su enfoque. Los teleobjetivos están diseñados según dos modelos principales. Unas están formadas por lentes (como todo el otro objetivo) y otras, llamadas catadióptricas, que se sustituyen por espejos. Por ello, los catadióptricos suelen ser más cortos, más ligeros y más baratos, pero su calidad óptica es menor y además tienen un diafragma fijo.

ZOOM objetivos

En temas arquitectónicos es más evidente la distorsión de la perspectiva que en los paisajes. Las verticales no han quedado paralelas. Para ello el plano de la película debe estar paralelo a ellos (sin colocar la cámara hacia arriba). Este efecto aumenta la sensación de espacio. (I. Nogeras).

Son objetivos de longitud focal variable. Esta característica requiere una compleja estructura óptica que permita mantener el foco y la apertura constantes. Sin embargo, el avance óptico ha experimentado grandes márgenes, mejoras y en los últimos años el prejuicio de la pérdida de calidad y luminosidad del zoom está siendo descartado.

Los más utilizados en el formato de 35 mm son aquellos que ocupan una distancia de entre 28 y 300 mm de focos largos (28-80, 35-75, 75-210 o 73-300 mm, por ejemplo), permitiendo llenar con uno o dos objetivos la zona de gran angular a teleobjetivo corto.

Dado que con menos objetivos se puede abarcar una amplia gama de longitudes focales y el objetivo de cambiar la longitud de foco no es tan frecuente, debido a estas comodidades, en los últimos años se han extendido mucho y las cámaras, en lugar de venderse junto con el objetivo normal, empiezan a venderse con zoom, normalmente de 28-80 o 35-75 mm.

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